¿Qué es la Unión Bancaria? | Serie Educación Financiera

An illuminated euro sign is seen in front of the headquarters of the European Ce
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Actualizado: lunes, 24 julio 2017 10:41

   MADRID, 9 Jul. (EDIZIONES) -

   La Unión Bancaria y su Mecanismo Único de Resolución ha ganado relevancia en el último mes después de que Bruselas decidiese intervenir Banco Popular y dos entidades italianas y venderlas después por un euro al Santander y a Intesa San Paolo, en el caso italiano.

   Pero, ¿qué es la Unión Bancaria, el Mecanismo Único de Resolución o el Mecanismo Único de Supervisión? Con estos primeros conceptos, empezamos en Mercado Financiero una serie de explicaciones de conceptos, instituciones o instrumentos relativos a la actualidad económica con el objetivo de facilitar la comprensión de las noticias de esta parte de actualidad.

CUÁNDO NACE LA UNIÓN BANCARIA Y PARA QUÉ SIRVE

   La idea de crear una Unión Bancaria nace en 2012 como respuesta a la crisis financiera que ha obligado a rescatar varios bancos europeos con un coste para los ciudadanos europeos. "A raíz de la mala experiencia durante la crisis y con idea de limitar el impacto de futuras convulsiones en el sistema bancario, en 2012 se empezó a fraguar en Bruselas lo que conocemos como Unión Bancaria", explica el analista de SelfBank, Felipe López-Gálvez.

   Se ha diseñado como un complemento de la Unión Económica y Monetaria (UEM) y está encargada de la supervisión, resolución y financiación de la banca en el ámbito de la Unión y obliga a las entidades de la zona del euro a cumplir con unas normas comunes.

   Tal y como indica el Parlamento Europeo, estas normas buscan garantizar que los bancos asuman unos riesgos calculados y que, cuando se equivoquen, "paguen por sus pérdidas y afronten la posibilidad del cierre, a la vez que se minimiza el coste para el contribuyente".

MUS, MUR Y FUR, LOS TRES PILARES

   Esta Unión Bancaria consta de dos pilares, que ya se encuentran operativos: el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), desde noviembre de 2014, y el Mecanismo Único de Resolución (MUR), desde enero de 2016. Además, se completará con un tercer pilar, el Fondo de Garantía de Depósitos (FUR), que aún requiere de negociaciones antes de su implantación.

   El MUS es un órgano de supervisión bancario formado por el Banco Central Europeo (BCE) y las autoridades nacionales competentes de los países de la Unión Europea participantes.

   Se ocupa de viligar los grupos bancarios de mayor tamaño y relevancia (127 entidades en noviembre de 2016). Los supervisores nacionales se ocupan del resto de bancos, aunque bajo la responsabilidad final del BCE.

   El Parlamento Europeo explica que los criterios para determinar si un banco se considera significativo tienen que ver con el tamaño, la importancia económica, las actividades transfronterizas y la necesidad de apoyo público directo del banco en cuestión. El número de este tipo de entidades de gran tamaño puede ir variando con el tiempo.

   En cuanto al MUR, López-Gálvez explica que fue creado con el objetivo de gestionar de manera eficiente cualquier quiebra bancaria con "costes mínimos para el contribuyente y la economía real". Para ello, se apoya en varias herramientas, como el FUR, que se plantea como un depósito constituido por aportaciones de los bancos a lo largo de una fase de ocho años.

   Dentro del MUR, la Junta Única de Resolución (JUR) es responsable final de tomar las decisiones pertinentes y trabaja en colaboración con las autoridades nacionales de resolución de los Estados miembro participantes, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE).

¿ESTOS MECANISMOS HAN FUNCIONADO CON BANCO POPULAR?

   El analista de SelfBank señala que ambos mecanismos pueden recibir críticas por su manera de operar. Así, se puede criticar que casi todas las entidades de la región (incluido Banco Popular) superaran en su momento los test de estrés, tuvieran un ratio de capital suficiente "y hayan acabado como han acabado". Por ello, López-Gálvez cree que este organismo ha quedado en entredicho de cara al futuro y que las pruebas de estrés "no tengan demasiada credebilidad".

   Con respecto al MUR, su objetivo es que los "platos rotos" los paguen los accionistas y tenedores de deuda subordinada, y no los clientes y depositantes de los bancos. "En el caso de Popular, esta filosofía se cumplió a rajatabla. Los tenedores de deuda subordinada, CoCos y acciones vieron cómo de un día para otro, su inversión valía cero", asegura este experto.

   Además, se ha evitado el problema que hubiera supuesto que Popular no hubiera podido abrir sus oficinas el miércoles 7 de junio. "Eso sí hubiera sido perjudicial para la confianza de los ciudadanos españoles en el sistema bancario", añade el analista.

   No obstante, López-Gálvez considera que las recientes resoluciones de Banco Popular y los bancos italianos "se hubiera gestionado incluso peor si hubieran sido los gobiernos nacionales los encargados de dar una solución".

¿QUÉ HA PASADO EN ITALIA?

   Para el caso de Banca Veneto y Banca Popolare di Vicenza, la solución ha requerido de dinero público. El analista cree que no ha sido la mejor de las opciones "pero tampoco podían simplemente dejar quebrar a dos bancos y perjudicar a sus clientes". En este sentido, habría faltado un "Santander de turno" que asumiera la integración de los activos de estas dos entidades insolventes sin pedir nada a cambio.

   Otra circunstancia que hace especial la solución adoptada en Italia es que el gobierno italiano "no hizo los deberes en su momento" y no impulsó medidas para sanear sus bancos. En cambio, evitó un problema que "tarde o temprano aparecería" de nuevo, concluye López-Gálvez.