Los eurodiputados dan prioridad a la distribución de productos locales frescos, como el plátano, frente a otros procesados
BRUSELAS, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento Europeo ha aprobado este martes el nuevo programa de reparto de frutas y verduras y leche en centros escolares de la Unión Europea, integra los dos esquemas de distribución que antes estaban separados y cuenta con una dotación conjunta de 250 millones de euros.
El Consejo de la UE, la Eurocámara y la Comisión Europea alcanzaron tras negociaciones trilaterales el acuerdo, que debía ser aprobado tanto por el Hemiciclo como por los ministros de Agricultura de los Estados miembro.
El reglamento ha sido aprobado con 584 votos a favor, 94 en contra y 32 abstenciones, aunque todavía debe ser aprobado de manera formal por el Consejo antes de que las nuevas reglas comiencen a aplicarse a partir del 1 de agosto de 2017.
De la dotación global de 250 millones de euros, 150 serán parte del programa de frutas y hortalizas y otros 100 millones se dedicarán al programa de leche y productos lácteos.
El Parlamento Europeo ha modificado la lista de productos que se pueden financiar con dinero comunitario, dando prioridad a los productos locales frescos y sin procesar, como los plátanos, frente a los procesados como sopas, compotas, zumos, yogures y queso, que se podrán distribuir como suplemento a leche fresca, hortalizas y leche o leche sin lactosa.
Además, quedan excluidos los edulcorantes y potenciadores artificiales del sabor y el reparto de productos con cantidades limitadas de azúcar, sal y grasas añadidas sólo serán financiados con dinero comunitario de manera excepcional y bajo estrictas condiciones, según ha apuntado la Eurocámara en un comunicado.
Por otro lado, los eurodiputados han incluido un reparto "más justo" del dinero entre países, mediante la fijación de dos criterios centrales: el número de niños entre 6 y 10 años y el grado de desarrollo de la región dentro del país. De esta forma, los Estados miembros tendrán que garantizar mayores ayudas a las regiones ultra periféricas, como Canarias en España.
Además, los países de la UE que participen en el programa, que es voluntario, tendrán que promover hábitos de alimentación saludables, los alimentos locales y la producción agrícola orgánica, así como combatir el desperdicio de comida.
