Fomento considera que quedarse con las autopistas radiales quebradas no será "tirar el dinero"

Actualizado: miércoles, 5 abril 2017 9:59

MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá, considera que el hecho de que el Estado se quede con las autopistas radiales quebradas no supondrá "tirar el dinero" y que incluso puede resultar un "buen negocio", porque "pueden acabar costando menos que si se hubieran construido directamente a cargo de los Presupuestos", en vez de a través de un contrato de concesión.

Catalá apuntó además a la recuperación que actualmente está registrando el tráfico de estas vías de pago, para defender que sigan abiertas al tráfico.

"Es bueno que sigan abiertas, no tiene sentido cerrar infraestructuras y, además, cada vez están siendo más utilizadas. La situación económica se va recuperando y tienen algo más de actividad", indicó el ministro en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press.

Catalá se refirió de esta forma a las autopistas radiales R-3 y R-5, vías actualmente en situación de liquidación y que el Ministerio de Fomento se ha comprometido a quedarse en julio de 2017 para evitar que este pasado jueves cerraran al tráfico por orden de un juez.

El ministro explicó que el Ministerio tiene que quedarse con las autopistas porque así se establece en el contrato de concesión por el que se construyeron para supuestos de quiebra como al que se han visto abocadas.

"Las autopistas se construyeron mediante contratos de concesión, por el que las empresas adelantan una inversión que posteriormente recuperan mediante el cobro de peaje, pero el negocio no salió porque el tráfico no da para recuperar lo invertido, y el contrato prevé que si la concesión quiebra, pasa a manos del Estado", explicó Catalá.

"Y lo lógico es que si te quedas con las carreteras, pagues lo que valen", añadió en referencia a la responsabilidad patrimonial que el Estado tiene que asumir ante la concesionaria de las radiales, una empresa participada por Abertis, ACS, Sacyr y Bankia, y que puede suponer cientos de millones de euros.

"NO ES DINERO TIRADO".

A pesar de ello, el ministro defendió que no se trata de "un rescate por nada". "No es poner dinero público por nada, no es dinero tirado, ni mucho menos, incluso en términos de balance quizá es buen negocio, porque pueden costar menos que si las hubiéramos hecho directamente con cargo a los Presupuestos", subrayó el también ministro de Justicia en funciones.

"Preferiríamos que la concesión hubiera sido sostenible, hemos trabajado para ello e incluso planteamos una renegociación de la deuda", indicó en referencia al plan de rescate que Fomento planteó a comienzos de 2014 para estas y las otras seis autopistas quebradas.

"Pero actualmente están en quiebra y el Estado se tendrá que hacer cargo de ellas porque así lo establecen los contratos", asumió. En la misma línea, defendió que sigan abiertas por los trabajadores, el número de usuarios y por el incremento de tráfico que registran.

Según datos del propio Ministerio de cierre del pasado mes de agosto, casi 11.000 vehículos circulan cada día por la R-3 Madrid-Arganda, un 6% más que hace un año, y unos 7.500 conductores toman diariamente la R-5 Madrid-Navalcarnero (+11,3% más).