MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de BBVA, Francisco González, aboga por "aumentar el diálogo y estrechar la relación" entre reguladores, supervisores y responsables del sector financiero para ser "más efectivos en un futuro" ante un escenario de crisis como la actual.
González afirma, en un artículo publicado por hoy 'Expansión' y recogido por Europa Press, que "la naturaleza de la crisis global pone de manifiesto la necesidad de aumentar la coordinación de los actuales marcos nacionales de regulación y supervisión".
Tras señalar que reguladores y supervisores "necesitan controlar más de cerca las actividades de aquellos agentes sin regular que pueden tener una importante relación tanto con los mercados como con las firmas reguladas", González aclara que no existe un problema de falta de regulación, sino que el verdadero reto es el de aplicar la normativa "de forma adecuada".
Para afrontar este "desafío", González apuesta por que los bancos centrales sigan suministrando "grandes cantidades de liquidez" para aliviar las tensiones en los mercados y que las entidades la gestionen mejor. Además, destacó la "inadecuada" valoración del riesgo que realizan las entidades, aunque dijo que los modelos en este sentido "han mejorado sustancialmente".
"La transparencia y la prudencia en los procesos de toma de decisiones son tan importantes como el modelo más sofisticado", opina Francisco González, quien considera que se debería controlar que los incentivos de los agentes estén en línea con "algunos de los principios básicos de una gestión financiera prudente".
Para González, es "necesario mejorar la transparencia de la exposición de los bancos", y señala como "buen punto de partida" el Pilar III de Basilea II, referido a la disciplina de mercado. Sin embargo, apunta que hay grandes diferencias en los modelos internos que utilizan bancos y supervisores, "razón por la que se impone un alto grado de armonización".
DECISIONES MORALMENTE VIABLES
El máximo ejecutivo de BBVA indica que la crisis también recuerda "la importancia y utilidad de los principios, por encima incluso de las normas más precisas" y opina que todas las decisiones de los intermediarios financieros "deben ser moral y socialmente viables desde el punto de vista legal y deberían resistir frente a cualquier tipo de escrutinio público".
Tras subrayar que la crisis ha traído una serie de problemas "complejos", González destaca que ha estallado en "una fase de fuerte crecimiento económico a nivel mundial y antes de que pudiera haber provocado un daño de graves consecuencias a largo plazo".
A su juicio, los mercados y las empresas cuentan con "recursos suficientes" para superar la crisis. "Esto nos permitirá avanzar para conseguir un entorno financiero más sólido y aprovechar las nuevas oportunidades que nos ofrecen la globalización y los avances tecnológicos", subraya.
González afirma que la economía financiera ha crecido a un ritmo mayor que la economía real en los últimos años, hasta que, finalmente "estalló". En este sentido, recuerda que esta "formidable expansión" ha sido consecuencia del dinamismo de la actividad económica y, en parte, del bajo nivel de los tipos de interés, así como del aumento del número de titulizaciones y el desarrollo de los vehículos de inversión estructurados, 'hedge fund', capital riesgo y otros productos similares, que "fueron probablemente el principal estímulo para el multiplicador de los créditos".
Sin embargo, el presidente de BBVA afirma que este proceso ha estado dirigido por agentes que han crecido en áreas sin regular, "sin tener en cuenta los principios básicos de la prudencia y la gestión del riesgo". "Algunos de ellos han sido intermediarios no bancarios. Otros, bancos que han hecho uso de distintos vehículos fuera de balance para eludir la regulación con el objetivo de unirse a la fiesta", apunta.
A su juicio, el resultado ha sido "un claro error de cálculo en el riesgo y enormes flujos de financiación. Y éstos, a su vez, han alimentado un nivel insostenible de apalancamiento e inflación de activos". Por ello, pide a la comunidad financiera que extraiga conclusiones para reestablecer el normal funcionamiento de los mercados.
