Iberdrola decidirá la próxima semana si lanza una oferta sobre Scottish Power

Actualizado: domingo, 19 noviembre 2006 17:30


MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

Iberdrola decidirá la próxima semana si finalmente formula una oferta de compra sobre la compañía británica Scottish Power y el precio que está dispuesta a pagar por la compañía, informaron a Europa Press en fuentes de la eléctrica.

Los gestores de ambas empresas están limando los términos de una posible oferta sobre Scottish que, según la compañía española, encaja "perfectamente" con la estrategia de Iberdrola, ya que su nuevo Plan Estratégico 2007-2009 se basa en la internacionalización y en el crecimiento orgánico.

Las mismas fuentes explicaron que los próximos días serán "clave" para las negociaciones de ambas compañías. En caso de que los directivos de Iberdrola y los gestores de Scottish Power lleguen a un acuerdo el consejo de administración de la segunda eléctrica española tendrá que autorizar la operación.

Desde la compañía precisaron que los directivos de la eléctrica cuentan con el respaldo de los accionistas si la operación sale adelante, con lo que previsiblemente será aprobada sin ningún problema por el consejo de administración y, en su caso, por la junta general de accionistas, para a continuación ser oportunamente comunicada al mercado.

De esta manera, y en caso de que las conversaciones lleguen a buen puerto, Iberdrola formulará la próxima semana una operación sobre la compañía escocesa que podría alcanzar un valor de unos 11.000 millones de libras (unos 16.200 millones de euros).

OPERACIÓN ESTRATÉGICA

Según diversos analistas consultados por Europa Press, la posible compra de Scottish Power por Iberdrola facilitaría futuras operaciones corporativas con Gas Natural y Unión Fenosa, porque una posterior fusión española sería analizada a la luz de la legislación comunitaria, ya que la facturación europea del grupo resultante representaría más de un tercio de su cifra de negocio total.

En concreto, el grupo resultante de una eventual integración hispano-británica facturaría más de un 40% fuera de España, lo que en términos legislativos significa que esta concentración y otras posteriores que pudieran producirse serían analizadas por Bruselas.

Como consecuencia de la regulación de competencia vigente a día de hoy en España, esta circunstancia facilitaría, en opinión de estos analistas, que dichas operaciones crearan valor para el accionista en lugar de destruirlo, dado que Bruselas tiene en cuenta en mayor medida el impacto de las operaciones sobre el mercado global europeo que sobre los mercados regionales específicos.