¿Por qué las medidas del BCE podrían resultar inútiles?

European Central Bank President Dragh
VINCENT KESSLER / REUTERS
Actualizado: sábado, 12 marzo 2016 11:01

MADRID, 12 Mar. (EDIZIONES) -

La soluciones del Banco Central Europeo (BCE) para reactivar la economía y estabilizar los precios contrastan sideralmente con la política monetaria implementada en Estados Unidos desde el pasado mes de diciembre.

Mientras la máxima institución monetaria europea apuesta por una política expansiva, es decir, por incentivar el crédito y la inversión introduciendo más liquidez en el mercado, su homólogo norteamericano, la Reserva Federal (Fed) subirá los tipos progresivamente después del primer paso dado a finales del 2015.

Está claro que ambas economías no van por al misma senda y el BCE tiene diagnosticados los problemas del viejo continente. En su reunión del pasado jueves, asume, elegantemente, que la rentabilidad de la banca es una de las claves para devolver el crédito a la economía real.

Si bien es cierto que elevó hasta el 0,4% la penalización que tienen que pagar los bancos por tener su exceso de liquidez depositado en Fráncfurt sin aplicar el sistema de tramos con el que se podría aliviar esta carga, también lo es que introdujo un sistema de financiación a largo plazo ventajoso para el sector (TLTRO II) con la condición de que se facilite el crédito a los hogares. Una decisión muy aplaudida, en Bolsa, por las entidades financieras.

Sin embargo, a pesar de que las medidas implantadas el pasado jueves ayuden a ganar tiempo a corto plazo, Draghi defiende que, para que la  economía real crezca en el largo plazo, es necesario potenciar la productividad del continente, establecer un marco económico favorable para las empresas y abordar el envejecimiento de la población, una situación que no es competencia del BCE, sino de los gobiernos de la eurozona.

En este punto, desde Intermoney alertan de que uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta Europa es que muchas empresas no encuentran proyectos con una "adecuada relación rentabilidad-riesgo".

Así, Francisco Vidal, responsable del departamento de análisis de la firma, indica que reforzar los estímulos monetarios puede resultar "contraproducente". "Si las políticas del BCE continúan rebajando la rentabilidad de los activos, los inversores van a abordar proyectos que no abordarían en condiciones normales en busca de la rentabilidad", advierte, eludiendo utilizar el término 'burbuja' en su explicación.

En concreto, considera que la batería de medidas implantadas desde Fráncfurt está destinada a impedir que la desconfianza de los mercados continúe transmitiéndose a hogares y empresas, pero añade que "no soluciona" los problemas estructurales de la zona euro.

En términos coloquiales, hay analistas que coinciden en que el BCE está echando mucha gasolina a un motor que no funciona. Vidal lo resume así: "Todo esto no sirve de nada sin la adecuada acción de las autoridades políticas". Como medidas a medio/largo plazo que favorecerían estructuralmente a la zona euro y su crecimiento potencial, el analista recomienda desarrollar las infraestructuras públicas, reforzar el ámbito institucional para hacer negocios y revisar las políticas de natalidad de cara a 2020 y en adelante.

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