MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El consejero delegado de Orange y presidente de la Cámara Franco Española, Laurent Paillassot, ha incidido en la necesidad de asegurar que la Unión Europea (UE) consiga ocupar "una posición de liderazgo en la transformación digital", un cambio que España y Francia, "como dos de las economías europeas más potentes, deben liderar y fomentar".
"Éste es un reto colectivo, que requiere la intervención de gobiernos, reguladores y compañías, tanto del sector público como privado, para impulsar este liderazgo digital en el que Europa pueda marcar una diferencia real y dejar de ser, por fin, un simple seguidor", ha remarcado Paillassot en un almuerzo organizado por la Cámara Franco Española.
En su opinión , si Europa quiere subirse a la segunda ola digital, definida por tres disrupciones tecnológicas como son la ubicuidad de la red, la web de las cosas y la inteligencia artificial, es necesario que todas las industrias y todos los sectores se deshagan de "los silos regulatorios y de la fragmentación de la Unión Europea".
"En un nuevo mundo que es 'data-centric' es muy difícil gestionar y proveer servicios a miles de millones de objetos conectados y a cientos de millones de clientes en todo el territorio europeo con este nivel de fragmentación", ha advertido.
El presidente de la Cámara Franco Española ha señalado que Europa sigue invirtiendo la mitad de lo que lo hace Estados Unidos a nivel per cápita, una situación que "tiene que cambiar, ya que son las inversiones las que definen el futuro".
En este sentido, ha remarcado que, para contar con más historias de éxito europeas como Deezer, Criteo, Spotify, Skype o BlablaCar, Europa debe apoyar y favorecer la competencia para dirigir la inversión donde ésta sea posible y movilizar inversiones públicas donde no haya posibilidad de negocio, así como aplicar una regulación mucho más igualitaria, simplificada y favorable a los inversores.
Para ello, ha solicitado mayor armonización del sistema fiscal, así como de las normas relativas a la protección de los consumidores de servicios digitales, que abarquen a las empresas proveedoras de contenidos digitales (OTTs) y a las no OTTs, y una aceleración los plazos de decisión europeas.
UNA GRAN OPORTUNIDAD ECONÓMICA
Por otro lado, Paillassot ha subrayado que la transformación digital supone "una gran oportunidad económica para Europa" y, por tanto, también para España y Francia. De hecho, ha señalado que un informe de McKinsey y la Fundación Cotec apunta que la digitalización podría suponer elevar el PIB de España entre un 1,8% y un 2,3% hasta 2025, además de ser una gran oportunidad para mejorar la productividad.
En este contexto, ha reconocido que la posición de ambos países es envidiable, aunque ha agregado aún hay retos que afrontar. En el caso de España, ha subrayado que está a la vanguardia en términos de infraestructura en súper banda ancha, pero todavía tiene por delante un número de retos estructurales que debe superar "con el fin de sostener un ciclo positivo de inversiones".
En concreto, ha remarcado que el gasto total de I+D en España es uno de los más bajos de las mayores economías de Europa, lo que no facilita la búsqueda de alianzas y soluciones innovadoras, al menos a nivel local, ni favorece la re-inversión de las ganancias en el país. Además, ha criticado la alta "y creciente" presión fiscal que el sector tecnológico está sufriendo en España, sólo superado en Europa por las compañías francesas.
