MADRID, 15 Nov. (OTR/PRESS) -
Los pilotos de la aerolínea Air France continuarán con la huelga iniciada ayer, después de rechazar la propuesta del Gobierno francés para poner fin a los paros, que comenzaron ayer y que tienen previsto durar cuatro días más. La protesta por el proyecto de Ley de Seguridad Social adoptado el pasado 1 de noviembre en la Asamblea Nacional francesa, ha supuesto la cancelación de decenas de vuelos en todo el mundo. En España, el aeropuerto más afectado ha sido el de Madrid-Barajas, que se vio obligado a cancelar todos los vuelos de la compañía previstos para hoy, salvo uno con destino a Lyon y otro con destino a París, que se mantuvieron, aunque con retrasos.
Air France redujo un tercio sus vuelos de largo recorrido y la mitad del resto de sus rutas, provocando grandes perturbaciones en los aeropuertos de todo el mundo, debido a la huelga que los pilotos de la compañía mantienen desde ayer en protesta por el proyecto de Ley de Seguridad Social adoptado el pasado 1 de noviembre por el Gobierno francés, que prevé aumentar a 65 años la edad de jubilación del personal de navegación a partir de 2010.
El Sindicado Nacional de Pilotos de Líneas (SNPL) decidió seguir con la huelga, pese a que el Ejecutivo galo ofreció garantizar el derecho de los pilotos a jubilarse a los 60 años, por lo que rechazó el acuerdo.
Como consecuencia de la huelga, que ha tenido un seguimiento de entre el 40 y el 80 por ciento de los pilotos, las cancelaciones de vuelos de la compañía alcanzaron el 50 por ciento en rutas de media distancia y de las conexiones entre París y España. En el caso de los vuelos de largo recorrido, las cancelaciones superaron el 65 ó 70 por ciento. Durante toda la jornada de ayer la aerolínea tuvo que cancelar un total de 15 vuelos entre España y Francia, que afectó, a nivel global, al 50 por ciento de sus enlaces de corto y medio radio y al 60 por ciento de los de larga distancia.
CAOS EN BARAJAS
En la jornada de hoy estaba prevista la cancelación de un total de 14 vuelos entre España y Francia, con lo que finalmente sólo se ha mantenido una conexión con Lyon y otra con París, que además no tenía garantías de poder operarse con normalidad ni dentro del horario establecido. Mientras tanto, los pasajeros se amotinan en los mostradores de información exigiendo indemnizaciones o datos concretos de cuándo van a volar, o si podrán hacerlo.
Por su parte, la compañía baraja como posibilidad proporcionar a los usuarios de la aerolínea afectados por el paro un transporte alternativo con otras compañías aéreas en el caso de que finalmente esos vuelos no puedan ser operados. De forma paralela, en París se reunió el Sindicato Nacional de Pilotos de Líneas para tratar de buscar una salida para los pilotos que no compartan la propuesta que pretende llevar a cabo el Gobierno francés.
