MADRID, 31 Jul. (EDIZIONES) -
La población china cada vez aprecia más la calidad de los productos que consume. El aceite de oliva, las materias primas y las manufacturas españolas son también muy valoradas por los consumidores más allá de la frontera europea.
Lo qué busca el consumidor chino es exclusividad, y en esto están de acuerdo los empresarios españoles que trabajan con el país asiático. Además, los últimos datos publicados por el ICEX sostienen este aumento de interés por la manufactura española. Y es que, según la entidad pública empresarial de exportaciones e inversiones, el número de empresas españolas que vende sus productos a China aumentó un 37% entre 2009 y 2015.
Así mismo, el valor de las exportaciones españolas al gigante asiático ha pasado de los 3.943 millones de euros en 2013 a los 4.438 en 2015, una cifra que se prevé qué se mantenga en 2016 a pesar de la crisis de producción que está atravesando China.
PRODUCTOS 'PREMIUM', LA CLAVE
Las carnes, las bebidas, los bienes de consumo e incluso las materias primas de origen español son muy apreciadas por los ciudadanos chinos, algo que, cada vez más, está ayudando a limar ligeramente la todavía enorme diferencia entre el valor de los productos importados, que en 2015 alcanzó los 23.622 millones de euros, y los exportados, que se quedaron en los 4.438 millones de euros.
"En Rolser principalmente exportamos carros de compra de gama media alta", explica la directora de exportaciones de la compañía valenciana dedicada a la fabricación y distribución de estos productos, Mireia Server, quien explica que sus productos interesan al mercado chino por su calidad y qué actualmente las exportaciones de su empresa al país nipón representan el 2,33% del total de las ventas en el extranjero.
"Los consumidores chinos con un nivel adquisitivo medio-alto se interesan por el producto español porque son conscientes de que tiene un caché y una calidad reconocida", añade Server, a quien le parece que en algunos casos en el mercado chino se infravalora su propio producto. "Ellos son conscientes de la calidad de lo que fabrican", concluye la directora de exportaciones de Rolser.
"El chino ha entendido el aceite de oliva como un producto de lujo", explica, por otra parte, el director general de Asoliva, Rafael Pico Lapuente, que coincide en que lo que ha buscado hasta el momento el comprador de China es la exclusividad.
"En un principio, el aceite se entendió como un bien de lujo y se utilizaba casi exclusivamente como objeto para regalar", cuenta Pico, quien reconoce que desde que el Gobierno chino limitó el lujo entre el funcionariado, las ventas de aceite de oliva español, el que más se consume en el país copando el 70% de las importaciones de este producto, han descendido drásticamente.
"En 2015 la población china empezó a entender nuestro producto como un elemento gastronómico cotidiano más qué como un regalo, y desde entonces las ventas han repuntado" añade el director general de Asoliva. "En 2014 China consumió 31.900 toneladas de aceite de oliva mientras qué en 2015 la cifra aumentó hasta las 33.338 toneladas", recalca Pico.
Por su parte, el comercio de jamón en China también se sigue expandiendo. "El año pasado se exportaron 73 toneladas de jamón, tanto serrano como ibérico", explica el coordinador general del Consorcio del Jamón Serrano Español, Pedro Rodríguez-Marín quien intuye que por el precio medio de la exportación, 34,80 euros el kilo, "la mayoría del exportado fue ibérico". Una afirmación que también sostiene la tesis de que los consumidores de productos españoles en China se decantan por el producto más exclusivo.
CATALUÑA, ANDALUCÍA Y COMUNIDAD VALENCIANA, LAS QUE MÁS EXPORTAN
Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana son las regiones que más vendieron a China durante 2015. En Concreto, Cataluña exportó productos por valor de 1.200 millones de euros, lo que supuso un 27% de todo lo exportado a China durante el pasado ejercicio, según se apunta en el informe elaborado por la empresa transitaria iContainers.
Las exportaciones llevadas a cabo por la Comunidad Autónoma andaluza alcanzaron un valor de 700 millones de euros (el 2,8% del total de lo que la autonomía exportó) y la Comunidad Valenciana vendió mercancía a China por un coste de 461 millones de euros, lo que supuso el 10,4% del total de las exportaciones de la región.
Por el contrario, fueron Extremadura, Baleares y Canarias las que comunidades qué menos producto colocaron en China, alcanzando los 12, 12 y 6,6 millones de euros respectivamente.
LA CRISIS Y LAS FALSIFICACIONES JUEGAN EN CONTRA
"Este año el consumo está aumentando", explican desde Asoliva, desde donde aseguran que se están recuperando los niveles a los que se exportaba el aceite de oliva español antes de la decisión del Gobierno chino de limitar el acceso a los artículos de lujo.
"Creemos que China es un mercado muy importante para el futuro", explica Pico, "pero estimamos que la proyección que se ha experimentado hasta ahora ha acabado. Ya no esperamos subidas espectaculares", añade el director general de Asoliva, quien se muestra preocupado también por los efectos negativos qué están teniendo las falsificaciones al desarrollo del mercado del aceite de oliva en China.
"China es una apuesta de futuro", recalca el coordinador general del Consorcio del Jamón Serrano. "De momento las exportaciones son muy pocas", explica Rodríguez-Marín. Para él, el objetivo principal del comercio hispano-chino es que se aumente el número de empresas homologadas para exportar este producto cárnico al país asiático.
Para la empresa de fabricación de carros para la compra, 2016 no está siendo un año de crecimiento comercial en China. "En estos momentos China está complicada", recalca la directora de exportaciones de Rolser, Mireia Server. "Nuestras ventas en el país no están creciendo en 2016, aunque en 2015 sí lo hicieron", añade. Server asegura que lo que más le sorprende del estado del mercado de exportación es el cambio de actitud de los empresarios chinos.
"Ahora en las ferias de comercio China sale a vender sus productos, algo que antes no hacían. Todo el mundo iba a buscar materia prima china o producto terminado en China", recalca la empresaria valenciana, que asegura que ahora son los chinos quienes intentan vender su producto a los demás países.
