MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) ha diseñado un nuevo sistema de etiquetado para los productos de banda ancha, tanto móvil como fija, que incluye información fácil de entender sobre el precio y el servicio ofrecido, con el objetivo de que los consumidores estén más informados a la hora de contratarlos.
Según informa la FCC en un comunicado, estas etiquetas darán a los consumidores más información sobre la velocidad, la fiabilidad y la claridad del servicio en relación al coste de la banda ancha, incluyendo además los impuestos y otros costes que no puedan ser tan claros.
"Estas etiquetas proveerán al consumidor claridad acerca del servicio de banda ancha que van a contratar, no sólo ayudándoles a tomar una decisión mejor construida, sino también ahorrándoles sorpresas en la primera factura", ha afirmado el presidente de la FCC, Tom Wheeler.
En este sentido, Wheeler ha defendido que los consumidores merecen saber el precio que van a pagar realmente por el servicio contratado y estar completamente al tanto de otras cosas como el límite de datos o los factores de rendimiento antes de firmar el contrato.
En su blog, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia española (CNMC) remarca que con estas etiquetas que Estados Unidos pretende poner a los servicios de banda ancha busca hacer la contratación "más intuitiva y transparente" para los consumidores de este país.
"Además de tener en cuenta el precio de los alimentos cuando vamos al supermercado, mirar las etiquetas de los productos es algo básico a la hora decidir nuestra elección", incide la CNMC, que añade que a partir de ahora, cada vez que contraten su banda ancha, los consumidores estadounidenses se fijarán en el etiquetado, "igual que hacen cuando miran la información nutricional de las cajas de los cereales en el súper".
En concreto, estas etiquetas incluirá detalles sobre el precio, incluyendo algunos cargos que podrían ser confusos como el equipamiento, los impuestos o recargos por sobrepasar los datos o las tasas por cancelar con anticipación el contrato.
Asimismo, también darán información sobre el rendimiento del plan contratado, como por ejemplo de la velocidad, y las reglas específicas de los operadores que podrían llevar al consumidor a tener alguna consecuencia, como cargos adicionales o ralentización de datos.
El regulador estadounidense de telecomunicaciones recuerda que cada año recibe más de 2.000 quejas sobre impuestos "sorpresa" que descubren los consumidores en sus facturas por los servicios de banda ancha.
Asimismo, advierte de que los precios pueden ser hasta un 40% más elevados de los que se anuncian cuando se le añaden los impuestos u otros cargos. "Con un coste medio mensual por los servicios de banda ancha de entre 60 y 70 dólares, los consumidores merecen saber que van a conseguir por su dinero", agrega.
