BOSTON (ESTADOS UNIDOS), 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Rolex, The Walt Disney Company y Google son las empresas globales mejor reputadas, según el ránking elaborado por Reputation Institute, que ha puesto de manifiesto el deterioro de la reputación del fabricante de automóviles Volkswagen y la dificultad de las compañías para "exportar" su reputación.
La primera posición la ocupa el fabricante de relojes suizo Rolex, con 78,4 puntos sobre 100 y una percepción de sus consumidores con un mejor "producto y servicio". Le siguen Walt Disney (78,2 puntos), con una reputación destacada en "ciudadanía e integridad", y Google, con una percepción de "resultados financieros".
El resto de la lista está formado por BMW Group (77,9), Daimler (77,7), Lego Group (77,4), Microsoft (77), Canon (76,9), Sony (76,7) y Apple (76,6), según indica el 2016 Global Rep Trak, que ha analizado el desempeño de un centenar de empresas a nivel internacional.
Respecto al año anterior, la compañía Intel ha salido de esta lista al situarse en undécimo lugar, mientras que Microsoft ha vuelto a situarse entre las principales empresas después de un año de ausencia. Además, Apple ha caído tres posiciones.
DETERIORO DE VOLKSWAGEN
Asimismo, el informe pone de manifiesto el deterioro de Volkswagen, que ha disminuido en 13 puntos su reputación respecto al año anterior y se sitúa en la posición número 123 con 61,3 puntos, frente a la número 14 del ránking de 2015.
"La crisis que estalló en septiembre del año pasado sigue deteriorando su reputación", explica Reputation Institute en referencia a la manipulación de emisiones de CO2 que ha afectado al prestigioso fabricante alemán de automóviles.
Además, el informe destaca la dificultad que enfrentan las empresas para conseguir "exportar" su reputación al resto de los mercados en los que operan. De hecho, del centenar de empresas estudiadas, solo seis se encuentran en el 'top ten' en la mayoría de los países encuestados.
El socio ejecutivo de Reputation Institute, Kasper Ulf Nielsen, ha afirmado que este estudio demuestra "que para ser un líder global" las empresas deben serlo también en las dimensiones de reputación, que se traduciría "en una mayor intención de recomendar sus productos o de comprarlos".
