PARIS, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se comprometió hoy a controlar el gasto público, recuperar la senda del crecimiento de la economía francesa y un descenso del paro "sin precedentes" durante un discurso pronunciado en el Senado ante la Asociación de medianas empresas patrimoniales (ASMEP).
"Tendremos próximamente cifras que mostrarán una bajada sin precedentes del paro en nuestro país", proclamó, a pesar del repunte que ha experimentado en Francia el paro durante el pasado mes de enero. El jefe del Estado galo expresó asimismo su voluntad de "devolver la seriedad a la gestión de las finanzas del Estado".
Durante su intervención, señaló que el crecimiento de la economía francesa se mantuvo mejor de lo previsto en 2007 pese a la crisis de las 'subprimes', el alza del euro a niveles sin precedentes, el precio del petróleo y la subida de las materias primas.
"No digo que me satisfaga la situación, pero nuestra economía ha demostrado una capacidad de resistencia que se ha visto profundamente reforzada por las medidas adoptadas desde mayo para sostener la demanda", explicó.
Por lo que respecta a las cuentas públicas, recordó que hace al menos 30 años que Francia presenta un presupuesto deficitario y, por tanto, que no hay otro camino que el "control del gasto público" y reducir su peso en la economía francesa.
En este contexto, confirmó su intención de disminuir el número de funcionarios públicos no reemplazando a los que cumplan la edad de jubilación. "No se trata de hacer limpieza. Se trata de reformar para reducir", dijo garantizando que mantendrá sus objetivos no por una cuestión ideológica sino porque "tiene sentido".
IMPLICARSE EN LA CAMPAÑA
Por otro lado, Sarkozy ha decidido romper el silencio mantenido hasta ahora e implicarse en la campaña electoral francesa a cinco días de la primera vuelta de las municipales que auguran un fuerte revés para la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
En una larga entrevista que 'Le Figaro' publicará mañana, reafirmará su voluntad de mantener el rumbo de las reformas independientemente del resultado de las urnas, tal y como adelantaba ayer el primer ministro François Fillon.
En la misma redefinirá los grandes ejes de su política y defenderá una acción enmarcada en la estabilidad, un mensaje dirigido especialmente al electorado tradicional de la UMP que se ha visto decepcionado durante los últimos meses.
Mientras, y para seducir a los electores más jóvenes, un sector de la población muy crítico con el presidente, Sarkozy visitará la localidad de Vesoul y hablará de empleo, formación y aprendizaje.
Frente al silencio del presidente y las críticas de la derecha, el secretario general de la UMP, Patrick Devedjian, sugirió hoy que el jefe del Estado debería expresarse bien a través de un discurso, bien a través de una entrevista.
"Es el momento de colocar las cosas y sacudir los fantasmas porque (Sarkozy) es objeto de muchos falsos pleitos y es hora de aclararlos", dijo. "Nuestro electorado lo espera", remachó criticando de paso las críticas a Sarkozy de "campaña contra el hombre dirigida a su persona y no a su política".
Después de sus recientes viajes al extranjero (Sudáfrica y Alemania), Sarkozy retoma la política nacional en un contexto nada favorable a juzgar por los sondeos, que siguen registrando una tendencia descendente de su cota de popularidad al tiempo que crece la de su primer ministro. El estudio publicado ayer por Ifop-Paris Match mostraba una caída de cinco puntos en un mes, alejándose así 25 puntos de Fillon.
