Sebastián Albella, presidente de la CNMV
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 30 noviembre 2016 11:32

MADRID, 30 Nov. (EDIZIONES) -

Sebastián Albella tomará posesión este miércoles como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un acto que estará presidido por el ministro de Economía, Luis de Guindos, y en el que Ana Martínez-Pina asumirá el cargo de vicepresidenta del supervisor.

Sebastián Albella toma el relevo de Elvira Rodríguez, que dejó el cargo el pasado 6 de octubre, del mismo modo que Martínez-Pina sustituirá a Lourdes Centeno.

Nacido en Castellón en 1958, Albella es un profundo conocedor tanto de la Administración pública como de la CNMV y los mercados de valores, dado que fue jefe de la Asesoría Jurídica de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera y subdirector general de Política Financiera (1986-1988).

Fue el primer secretario del consejo y responsable de los servicios jurídicos de la CNMV (1988-1991). En concreto, formó parte del equipo que redactó la ley de Mercado de Valores.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, en 1984 ingresó por oposición en el Cuerpo de Abogados del Estado. Durante más de 12 años fue asesor jurídico de la Asociación Española de Banca (AEB) y durante dos años fue secretario del Consejo de Hidroeléctrica del Cantábrico.

Ha sido miembro de diversos comités de expertos y órganos asesores, como el Comité Consultivo de la CNMV, ESME (European Securities Markets Expert Group, comité de expertos en mercado de valores de la Comisión Europea) o el Comité Jurídico de la Federación Bancaria Europea.

En la actualidad es socio presidente en España del despacho de abogados internacional Linklaters y miembro de su consejo global. Se incorporó como socio a Linklaters en 2005 procedente de Ramón y Cajal Abogados, firma de la que fue cofundador. Es miembro ejerciente del Colegio de Abogados de Madrid desde su excedencia como Abogado del Estado hace más de 20 años.

Albella compareció el pasado miércoles en la Comisión de Economía del Congreso, donde afirmó sentirse "totalmente independiente" para ejercer la función de presidente del supervisor "con total objetividad y al margen de los intereses y posibles presiones o injerencias de compañías o entidades financieras" con las que haya podido trabajar en el pasado.