El sector señala al aceite envasado como el perjudicado por los aranceles de Estados Unidos, 37,5% del total exportado

Imagen de archivo de la planta de envasado de aceite de Elitagro en Bedmar (Jaén).
Imagen de archivo de la planta de envasado de aceite de Elitagro en Bedmar (Jaén). - AYUNTAMIENTO DE BEDMAR - Archivo
Publicado: viernes, 18 octubre 2019 14:47

SEVILLA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Estados Unidos es el tercer consumidor de aceite de oliva en el mundo con sus 320.000 toneladas por año, y solo es capaz de producir un 5% de su consumo, España es el país del que procede más de la mitad del aceite que importan, 160.000 toneladas, de las cuales de dichas exportaciones, 100.000 toneladas son aceites a granel y 60.000 se envían ya envasadas, por lo tanto "éstas serían las exportaciones a las que les influiría, en mayor medida la imposición arancelaria de Trump", ha comentado el consultor estratégico y conferenciante en la World Olive Exhibition (WOO), Juan Villar.

Tras España, el segundo país exportador es Italia con un 43% del total. Pero, el problema va más allá, según el director de Asoliva (Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva), Rafael Pico.

"España también exporta a otros países, como por ejemplo a Italia, que vende dicho aceite de oliva a Estados Unidos, por lo que ese aceite también estará afectado", ha afirmado Pico a través de un comunicado.

El gerente de Aceites Malagón, Aniceto Gómez Martínez, ha explicado que "si el importador italiano señala en su botella el porcentaje de aceite español, la tasa arancelaria será por ese porcentaje, lo que, en cierta medida el daño será menor".

No obstante, "son todas aquellas compañías que operan desde nuestro país y que suponen el 25% del total del aceite envasado que se exporta a Estados Unidos las que más van a sufrir la tasa del arancel que irá directamente sobre el resultado positivo neto de esas pequeñas y medianas empresas", ha confirmado Juan Vilar.

Pero el arancel de Trump, no solo afectará a las pymes. "Se va a ver afectado todo el sector aceitero español, no sólo la industria, porque todo el aceite que Estados Unidos no pueda comprar se va a quedar en España", ha comentado Rafael Pico, quien ha añaddido que "ese excedente que, de momento no es posible venderlo a otros países, hará que baje el precio del aceite".

"A esto hay que añadir que si Estados Unidos cambia nuestros aceites por los que provienen de Grecia, Túnez, Italia o Portugal, estos perderán el principio de oportunidad y cederán algo de margen, es decir, se apreciarán más esos que los nuestros, por lo que bajarán los precios de los aceites españoles", ha apuntado Juan Vilar.

No es solo la bajada de precios una de las consecuencias de la tasa arancelaria del 25% al aceite de oliva. "Sin duda va a haber una incidencia importante en el empleo, porque todas las industrias paralelas al aceite de oliva (envasadoras, refinerías, tapones, etc) van a tener que despedir a gente", ha indicado Aniceto Gómez.

Gómez ha argumentado que "el envasador español que dependa del mercado americano se verá abocado a comprar aceites de otros países, lo que afecta directamente a las pequeñas y medianas empresas españolas. Por poner un poco de luz, tampoco creo que haya empresas abocadas al cierre, hay que esperar a ver cómo se desarrolla todo este tema".

Las 100.000 toneladas de aceite a granel que exporta España a Estados Unidos no se verán afectadas por la tasa arancelaria, por lo que "en este aspecto seguiremos siendo líderes en exportación, pero para evitar la imposición indirecta a importadores españoles, el valor añadido se quedará allí", ha comentado Juan Vilar.

"Una empresa americana va a poderse beneficiar de una materia prima barata, sin arancel, y los puestos de trabajo que se pierden en España los va a tener la industria americana que podrá envasar y comercializar un producto español con marca americana", ha ratificado Rafael Pico.

Desde Asoliva también hacen hincapié en la pérdida a nivel inversión. "Llevamos cinco años liderando ese mercado, hemos hecho grandes inversiones y, ahora mismo, no podemos hacer frente a ese 25% de tasa arancelaria".

Rafael Pico ha sostenido que la solución, a su juicio, es obvia: "Esto es un problema político y la solución debe ser política".

El presidente de Asoliva ha argumentado que la negociación debe ser entre Estados Unidos y la Unión Europea, pero ha considerado que "entre los europeos no hay unión" y ha añadido que "Estados Unidos ha tenido una estrategia muy importante con estos aranceles, pero creo que también se han puesto en marcha ciertos lobbies con intereses".

Pico ha señalado que "en la parte institucional, no hemos estado a la altura de otros países que, con productos muy emblemáticos, como es el champán en Francia o el aceite en Italia, no se han visto afectados por dicho arancel. Está claro que ha habido otros países que han sabido hacerlo mejor y evitar ese daño sobre su sector".