AMSTERDAM, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Royal Dutch Shell obtuvo un beneficio neto atribuido de 5.899 millones de dólares (4.842 millones de euros) en el primer trimestre del año, lo que representa una mejora del 66,7% respecto del resultado alcanzado en el mismo periodo de 2017 gracias al repunte de los precios del crudo, que recientemente han regresado por encima de los 75 dólares, un nivel que no se alcanzaba desde finales de 2014.
El beneficio subyacente de Shell a costes corrientes de suministro en el primer trimestre del año fue de 5.322 millones de dólares (4.368 millones de euros), incrementándose así un 42% en comparación con los tres primeros meses de 2017.
Los ingresos totales de la petrolera anglo holandesa sumaron 91.114 millones de dólares (74.784 millones de euros) en el primer trimestre, un 24,3% por encima del dato del año pasado, mientras la inversión de capital de Shell fue de 5.183 millones de dólares (4.254 millones de euros), un 9,8% más.
"Las fuertes ganancias de Shell en el trimestre se vieron impulsadas por los precios más altos del petróleo y el gas, así como por el crecimiento continuado y el desempeño de nuestro negocio integrado de gas", declaró el consejero delegado de Royal Dutch Shell, Ben van Beurden.
En este sentido, el máximo ejecutivo de Shell destacó que la compañía sigue mejorando su portafolio mediante nuevos proyectos, desinversiones y el desarrollo de nuevos negocios.
"Nuestro compromiso con la disciplina de capital no ha cambiado", aseguró Van Beurden, señalando los "buenos progresos" realizados en el plan de desinversiones de 30.000 millones de dólares (24.625 millones de euros) de la multinacional.
