LONDRES, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha recortado en un escalón la calificación de la eléctrica Endesa, desde 'A-' a 'BBB+' con perspectiva 'estable', tras adoptar una decisión idéntica sobre su principal accionista Enel, según informó la agencia en un comunicado.
S&P, que con esta decisión da por concluido el proceso de revisión de la calificación de ambas empresas para una posible rebaja, explica que ha recortado la nota de Endesa para equiparar su rating con el de la compañía italiana, lo que refleja el papel principal que desempeña la eléctrica española en el grupo, donde contribuye a más del 40% de Ebitda.
En este sentido, señala que no considera a Endesa como una "entidad independiente", ya que su estrategia de crecimiento e inversión forma parte del plan estratégico de Enel para 2012-2016. "Además, en nuestra opinión, Enel controla totalmente las políticas financieras y la estructura de capital de Endesa", añade.
Asimismo, destaca que el rating de Endesa está también respaldado por su "sólida posición" como una de las mayores eléctricas de España, que cuenta con unos negocios de generación y oferta que forma un buen conjunto, que tiene el control del mayor grupo eléctrico de Chile y que prevé unos reducidos gastos de capital.
"El efecto de las deprimidas condiciones económicas en España sobre la demanda y el riesgo relacionado con la incertidumbre en torno a la regulación del sector energético español compensan parcialmente estas fortalezas", agrego.
Las perspectiva 'estable' de su calificación, además de ser un reflejo de la de Enel, recoge que la compañía seguirá siendo una unidad operativa clave del grupo. Así, añade que cualquier acción crediticia sobre Enel, incluida una revisión de la perspectiva, conllevaría un cambio idéntico en la nota de Endesa, que también podría producirse si se debilita su peso en el grupo.
S&P ha recortado este jueves la calificación de Enel al considerar que su perfil de riesgo se ha debilitado por el continuado deterioro de las condiciones económicas, especialmente en España e Italia, que representan el 80% de sus ingresos, y a la creciente incertidumbre política en los principales mercados del grupo.
Además, la agencia de calificación ha tenido en cuenta también las crecientes dificultades y las volátiles condiciones operativas de sus actividades no reguladas.
