MADRID, 17 May. (EDIZIONES) -
Las compras online están a la orden del día para muchos españoles, pues cada día son más quienes se animan a comprar ropa, accesorios electrónicos o billetes de avión a través de la red.
De hecho, un informe de la ONSTI sobre Ciberseguridad y confianza en los hogares españoles, detalla que el 42,2% de los españoles se siente cómodo y confiado al comprar por Internet mientras que un 2,2% siente desconfianza a la hora de navegar por dicha red.
Desde Mercado Financiero, en el Día de Internet, hemos recogido los consejos de Jordi Vives, 'country manager' del sello de calidad para tiendas online Trusted Shops, para reconocer una tienda online segura antes de realizar compras y caer en una posible estafa para que todos aquellos que se sienten seguros también tomen medidas preventivas y quienes no lo hacen todavía, puedan aumentar su confianza:
1. No hay contacto ni datos de la empresa:
Según el experto en webs seguras, lo primero que debe hacer un usuario al entrar en un ecommerce es buscar la identificación completa y visible de comerciante. Además es recomendable comprobar que la página dispone de un número de teléfono para contactar.
2. Todo son chollos:
Otro indicativo de que podría tratarse de una página fraudulenta es que los precios sean auténticos chollos. Es decir, que el ecommerce venda productos similares a los de otras webs por precios escandalosamente por debajo de la media.
3. Nadie la comenta en la red:
Los usuarios de Internet ejercen muchas veces de guardianes en la red. Por eso es importante buscar si existe algún sistema de valoraciones que ayude a contrastar las opiniones de los demás usuarios o hacer una búsqueda en foros o redes sociales para capatar referencias.
Para Vives, si solo se encuentran opiniones negativas o no se consigue ningún resultado con la búsqueda, lo aconsejable es no probar a ser los primeros en experimentar con ellos.
4. No admite devoluciones:
La última señal de alarma es que no se admitan devoluciones. La mayoría de las compras tienen un derecho de desistimiento de 14 días para que el usuario pueda devolver el producto y recuperar su dinero.
Pese a ello algunos ecommerce pueden ampliar el plazo o eliminarlo. En el segundo de los casos, la información debe aparecer de manera transparente en la web y explicar de manera convincente por qué un producto concreto no se puede devolver para generar verdadera confianza.
