Foto de familia de los veintisiete
Reuters
Actualizado: viernes, 26 marzo 2010 12:10


BRUSELAS, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea aumentará su vigilancia sobre los países que pierden competitividad y tienen persistentes déficits en su balanza de pagos, como España, Portugal o Grecia, para tratar de corregir los desequilibrios internos de la eurozona y prevenir nuevas crisis, según acordaron este viernes los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete.

"La UE ha de centrarse en los desafíos acuciantes de la competitividad y la evolución de la balanza de pagos. Si bien la evolución presupuestaria ha sido objetivo de seguimiento en virtud del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, se ha prestado insuficiente atención a las divergencias en la competitividad dentro de las economías de la UE y en el exterior", se destaca en las conclusiones aprobadas por los líderes europeos.

Las conclusiones no secundan expresamente el llamamiento a Alemania para que aumente el consumo interno realizado por la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, para corregir estos desequilibrios. Los líderes europeos se limitan a pedir reformas a los países con problemas de competitividad.

"La acción política es tanto más necesaria en los Estados miembros que muestran de modo persistente grandes déficits de cuenta corriente y grandes pérdidas de competitividad", señalan las conclusiones, que no mencionan en concreto a ningún país. Tampoco se detallan las medidas concretas que deben adoptar estos países, aunque los ministros de Economía de la eurozona ya han señalado que se trata de ajustar precios y salarios y dirigir recursos al sector exportador.

Los jefes de Estado y de Gobierno volverán a abordar este problema en junio de 2010. Antes, el Eurogrupo examinará con detalle la situación en los países con más dificultades. España se ha ofrecido voluntaria para protagonizar uno de los primeros análisis, según explicó la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado.

España ha perdido un 20% de su competitividad en precios desde la creación del euro en 1998, mientras que la mayor economía de la eurozona, Alemania, ha ganado un 13% de competitividad durante el mismo periodo, según el último informe anual sobre la moneda única publicado en octubre por la Comisión Europea.

Uno de los principales factores que explica la pérdida de competitividad de España, según Bruselas, es la subida de los costes salariales por encima del aumento de la productividad. "Durante la pasada década, el crecimiento de los costes laborales unitarios nominales medios osciló entre 0 en Alemania y el 2,5% o más en algunos Estados miembros (Irlanda, Grecia, España, Italia, Chipre, Portugal, Eslovenia)".

El informe de Bruselas apunta que este y otros desequilibrios acumulados durante los años de crecimiento económico han hecho que algunos Estados miembros, especialmente Irlanda, España y Grecia, fueran "más vulnerables" cuando estalló la crisis. Los tres países financiaron su rápido crecimiento a costa de acumular grandes déficits por cuenta corriente. Ello se tradujo en un aumento "excesivo" de la demanda interna, una fuerte subida de los precios de la vivienda y un sector de la construcción "hinchado".

Pero además, estos países no dirigieron el capital a sus usos más productivos, según destaca el Ejecutivo contrario. El resultado fue que una parte importante de los trabajadores se vieron atraídos hacia sectores con fuertes variaciones cíclicas, como la construcción, que "ahora requieren un ajuste sustancial".