BRUSELAS, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El comité de gestión del azúcar votará el próximo 2 de marzo la propuesta de la Comisión Europea para establecer una reducción bajo cuota de 2,5 millones de toneladas de azúcar que se aplicaría en la temporada 2006-2007, para equilibrar el mercado en el primer año de vigencia de la reforma del sector.
Los ministros de Agricultura de la UE aceptaron la propuesta con la que Bruselas pretende "aliviar la presión del mercado" en el año en el que entre en vigor una reforma que prevé la reducción de la producción de azúcar y también de los contingentes de exportación.
Fuentes comunitarias explicaron que en el acuerdo que alcanzaron los 25 Estados Miembros para reformar la Organización Común del Mercado del azúcar se incluía la posibilidad de establecer mecanismos para facilitar la transición hacia el nuevo régimen.
El establecimiento de una cuota de reducción es la medida concreta planteada por la Comisión Europea "debido a la petición de un número de Estados Miembros", indicó en un comunicado.
Se trata de establecer una cuota de reducción de la producción de 2,5 millones de toneladas que todavía tendrán que repartirse los Estados Miembros. De cada cuota nacional se deducirá la reducción que cada país consiga de producción de azúcar en este primer año de la reforma. Esta primera reducción se inscribe en la reducción global de la reforma para cuatro años, que asciende a entre dos y tres mil millones de toneladas.
La comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, informó a los ministros del ramo de esta medida de transición durante el Consejo de Agricultura en el que se adoptaron definitivamente los reglamentos del acuerdo para reformar el acuerdo del azúcar que los Estados Miembros alcanzaron el pasado mes de noviembre.
En términos generales, el nuevo régimen, que entrará en vigor el 1 de julio próximo, prevé un recorte del 36% en el precio mínimo de referencia del azúcar y una reducción en su producción de entre 2 y 3 millones de toneladas.
Asimismo, los 25 Estados miembros acordaron compensaciones para el descenso de la producción, de manera que aquellos países que renuncien a más de la mitad de su cuota contarán con un pago adicional acoplado del 30% de la pérdida de renta por un periodo de cinco años. En el caso de la reestructuración voluntaria, se plantean incentivos para que los productores menos competitivos abandonen el sector.
