ARANJUEZ, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha abogado este lunes por supervisar las prácticas de las agencias de calificación crediticia porque, a su juicio, "no es sensato" que la salud financiera de un país dependa de estas entidades que, ha remarcado, están "ajenas" a cualquier tipo de control o supervisión.
De la Vega se ha pronunciado así durante la inauguración del Curso de Verano 'Ciberparlamento, Estado y Democracia Digital', organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) dentro del programa estival de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Así, ha denunciado que estas agencias no hayan sido capaces de "alertar" de los riesgos económicos por los que estaban atravesando la mayor parte de los países y ha reiterado la necesidad de hacer de la supervisión de las prácticas económicas, de la publicación de las pruebas de solvencia de las entidades financieras y de la transparencia de las cuentas y presupuestos nacionales en la Unión Europea (UE) un "principio básico" de gobernanza económica.
"Un principio del que también deben y tienen que participar las agencias de calificación crediticia, porque no es sensato que la salud económica y financiera de un país, de una región, o incluso de la comunidad internacional dependa del juicio, no siempre consistente o argumentado, de unas entidades ajenas a cualquier tipo de control", ha subrayado De la Vega.
Así, ha recordado que el sistema del que han formado parte estas entidades está siendo "supervisado" y ha asegurado que tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea existen "vías" para poder desarrollar este control sobre ellas. De esta manera, ha lamentado que en el "último mes" hayan aparecido rumores "sin fundamento" y sin estar basados en "datos reales" que han provocado "pánicos bursátiles demasiado reales" para la "estabilidad" de la economía y del bienestar.
"En este tiempo existe el riesgo cierto de que la mentira sea capaz de dar dos vueltas al globo terráqueo mientras la verdad aún no ha sido capaz de ponerse los calcetines y echar a andar", ha destacado la vicepresidenta primera del Gobierno tras reclamar que las "prácticas irresponsables" sean "desterradas" y que se haga de la "transparencia" el "mejor antídoto contra la especulación, la falsedad y la mentira", además del "más sólido baluarte de la responsabilidad social y la confianza".
Por último, ha advertido de que si no se utiliza "responsablemente" la "interconexión global", que ha posibilitado la "mayor" y "más rápida" etapa del crecimiento, puede convertirse en un "factor de ingobernabilidad".
