BRUSELAS, 8 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confió hoy en que las bolsas europeas, incluida la de Madrid, reciban el próximo lunes "razonablemente bien" la decisión adoptada hoy por los líderes de la eurozona de crear un fondo de estabilización para frenar los ataques a la moneda única, tras las fuertes caídas registradas en los últimos días.
Además, se comprometió a "acelerar" el plan de reducción del déficit que presentó a la Comisión Europea, cuyo objetivo es recortar hasta el 3% el déficit para 2013, pero advirtió de que "cualquier nuevo compromiso" deberá pasar antes por el Parlamento y recordó su comparecencia ante la Cámara el próximo miércoles.
El jefe del Ejecutivo afirmó la intención del Gobierno de "expresar con la máxima concreción posible" el plan entregado a Bruselas y opinó que el proceso de reducción del déficit es "necesario, imprescindible", pero debe ir acompañado por crecimiento económico.
La Comisión Europea presentará el próximo domingo a los ministros de Finanzas europeos los detalles del mecanismo permanente adoptado esta noche, pero Zapatero adelantó que dispondrá los instrumentos para actuar de inmediato si fuera necesario.
"Esperamos que no sea (necesario el mecanismo), es una medida de garantía y tiene toda la virtualidad de que es una medida comunitaria, europea", explicó en rueda de prensa.
El presidente del Gobierno subrayó que el apoyo dado a Grecia para evitar su quiebra ha sido de tipo "bilateral", mientras que en el caso del nuevo instrumento se tratará de un apoyo con "condiciones y circunstancias" comunitarias, dispuesto por "si algún país lo necesitara".
En cuanto al papel reservado para el Banco Central Europeo (BCE), que no ha sido definido aún, Zapatero recalcó que los líderes de la eurozona se han limitado a "respaldar" la actuación que el organismo asuma, "desde el respeto a la independencia como máxima autoridad monetaria de la zona euro".
El jefe del Ejecutivo español destacó la "máxima trascendencia" de esta reunión, convocada para poner freno a los "reiterados ataques a la solvencia y fortaleza del euro", y aseguró que el acuerdo forma parte de "la defensa cerrada" de la estabilidad, fortaleza y solvencia de la moneda europea.
