ZARAGOZA, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Pirotecnia Zaragoza rinde un homenaje a las víctimas del accidente ocurrido el 31 de agosto de 2015 en las instalaciones de esta empresa, ubicadas en el barrio rural zaragozano de Garrapinillos, que quedaron totalmente destruidas tras originarse una cadena de explosiones con material de la fábrica, además de causar seis víctimas mortales y otros seis heridos de diversa consideración.
El homenaje consistirá en un servicio religioso en memoria de las víctimas, que tendrá lugar este miércoles, 31 de agosto, a las 11.00 horas, en la Iglesia de San Felipe, ubicada en la plaza del mismo nombre de Zaragoza.
El presidente de Pirotecnia Zaragoza, Jean Jacques Barès, presidirá el acto de homenaje, al que también asistirá el director general operativo de la compañía en Aragón, Bruno Houllier, junto a los familiares de las víctimas y también se contará con la presencia de las principales autoridades de la Comunidad autónoma y de la ciudad de Zaragoza.
El trágico suceso ocurrió alrededor de las 14.15 horas del 31 de agosto de 2015 y estuvo originado por una cadena de explosiones, que provocaron un estruendo que se oyó en la ciudad de Zaragoza y levantó una gran columna de humo y fuego.
Muchas de las víctimas eran vecinos Casetas, un barrio rural de Zaragoza que les rindió un homenaje casi un mes después de la tragedia. Así, los seis fallecidos fueron nombrados 'Caseteros de bandera 2015', durante un acto público al que asistieron más de 3.400 personas, la víspera del final de las fiestas locales.
En ese acto el exalcalde de Casetas, Roberto Polo, entregó el premio anual de este barrio a los familiares de Carmen Romero, Carmen Rodríguez, Jesús Javier Vives, Juan José Lapuente, Gregorio Royo y Carlos Comas, todos veteranos empleados de la centenaria firma pirotécnica, uno de ellos a tres años de prejubilarse y muy conocidos en Casetas.
La ciudad de Zaragoza también tuvo un reconocimiento a las víctimas y durante las pasadas Fiestas del Pilar se pudo contemplar un juego de fuegos artificiales en forma de 'salvas silenciosas'.
EMPRESA
Pirotecnia Zaragozana, S.A. se funda en 1860 por Ángel Sanz, siguiendo métodos de fabricación totalmente artesanales, pasando de generación en generación y realizando, desde su inicio, fuegos artificiales en toda la península ibérica.
Con el transcurso de los años pasa de ser un taller de pirotecnia a fábrica de fuegos artificiales, manteniendo las antiguas fórmulas de sus principios artesanales, dentro de la misma familia que la fundó.
Una gran parte de la fabricación se dirige a la Comunidad Europea y Canadá, contando con numerosos clientes en Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Francia, Bélgica, Holanda y Suiza entre otros mercados muy estrictos en el capítulo de calidad.
En 2014, el Grupo Etienne Lacroix, con sede en Muret (Alto Garona), en el sur de Francia, adquiere Pirotecnia Zaragozana. Dentro del Grupo, posee una entidad llamada Ruggieri, especializada en la creación y ejecución de fuegos artificiales en todo el mundo y que realiza verdaderos shows en los que integra la escritura, el multimedia y materiales de disparo complejos, ha informado la compañía.
