Unnefar presenta el primer proyecto solidario vinculado a la compra de bolsas de plástico en las farmacias

Publicado: miércoles, 19 septiembre 2018 17:38

MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

Unnefar ha lanzado, bajo la marca Cruzfarm, una campaña solidaria por la que el importe de las bolsas de plástico se donará a diferentes proyectos sociales y medioambientales para facilitar a las farmacias el cumplimiento de la norma que les obliga, al igual que a todos los establecimientos comerciales, a cobrar por las bolsas que facilitan a los consumidores.

El primer proyecto en marcha es 'Identificación y clasificación de basuras plásticas en las Islas Cíes', en el que se participa consiste en la identificación y clasificación de las basuras plásticas depositadas en las islas Cíes. Durante los meses de septiembre y octubre se irán recogiendo las aportaciones de las farmacias a través de sus cooperativas para poder acometer las tareas previstas en colaboración con Fundación Global Nature.

En la página 'web' de Cruz Farma Solidaria se podrá ir consultando la evolución de este proyecto. El objetivo es acometer iniciativas en las once comunidades autónomas en las que están implantadas las
cooperativas que forman parte de Unnefar: Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, La Rioja, Madrid, Navarra y País Vasco.

Las farmacias cuentan con un display para el mostrador y un cartel informativo para que sus clientes sepan que el importe que la ley obliga a cobrar por las bolsas de plástico va destinado a
proyectos sociales y medioambientales.

Las cooperativas del grupo Unnefar, además, se adelantan a la fecha exigida por la norma y desde el pasado mes de julio, se pasan a las bolsas bio mostrando la firme concienciación del grupo con el
cuidado del medio ambiente y la naturaleza.

Estas nuevas bolsas están fabricadas con bioplásticos, en concreto, PLA (Ácido poliláctico), material basado al 100 por ciento en el almidón del maíz, trigo o patata. Son biodegradables y compostables y cumplen con la norma UNE 13432, disponiendo del correspondiente sello de compostabilidad. Se degradan biológicamente produciendo dióxido de carbono agua, a la misma velocidad que el resto de materia orgánica que se está descomponiendo, sin dejar residuos tóxicos visibles o distinguibles.