UPTA alerta de que más de 6.000 negocios pueden estar en peligro por el fin de los alquileres de renta antigua

Actualizado: miércoles, 1 octubre 2014 18:11

ZARAGOZA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Aragón (UPTA) ha advertido este miércoles de que más de 6.000 negocios comerciales pueden estar en peligro en la Comunidad por la finalización de los alquileres de locales de renta antigua.

En una nota de prensa, la organización ha recordado que el 1 de enero termina la moratoria para la finalización de la vigencia de los denominados arrendamientos de renta antigua de locales comerciales. Por ello, más de 200.000 negocios familiares de toda España, en su gran mayoría de trabajadores autónomos, deberán renegociar las condiciones de alquiler, "viéndose abocados a asumir un importante incremento del precio de los mismos".

En Aragón, el número de locales afectados "pueden ser más de 6.000, especialmente en el centro de las capitales y en los cascos antiguos de algunas de las localidades más importantes", ha remarcado UPTA.

Por esta razón, UPTA se ha unido a la Plataforma de afectados con alquileres de renta antigua, con el objetivo de reclamar al Gobierno y a los grupos parlamentarios que se modifique la Disposición Transitoria Tercera de la Ley Aragonesa de Urbanismo, estableciéndose un régimen transitorio consistente en una nueva moratoria de diez años, asumiendo un incremento razonable y una actualización adecuada de los precios del alquiler durante este nuevo periodo.

La anterior moratoria se aprobó debido a los problemas económicos que entonces sufría el país tras la crisis de 1993. Situación que para el secretario de Política Institucional de UPTA España, César García, es "sin duda mucho más grave hoy, en particular para los sectores más afectados por la medida, como son el comercio al por menor, talleres de reparación, hostelería o pequeños alojamientos hoteleros".

UPTA Aragón trasladará a los partidos de Aragón una propuesta para que se dirijan al Gobierno de España con el fin de instar esta moratoria y de esa forma "no perjudicar gravemente no solo los intereses sociales y económicos de un buen número de comerciantes, sino también evitar la consiguiente degradación urbanística de los ejes comerciales y la pérdida de atractivo turístico de las ciudades".