VALLADOLID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha recordado que Dios confió a los hombres el cultivo de la tierra para "hacerla fecunda" a lo que ha añadido que "usar la tierra con sobriedad y cuidando su habitabilidad para las generaciones futuras y especialmente a los más pobres" debe ser "una responsabilidad de todos".
En su carta pastoral, el también presidente de la Conferencia Episcopal Española considera "acertado" que la preocupación por el cambio climático se condense en la "entrañable expresión cuidar la casa común", ya que según ha precisado, la humanidad tiene un hogar en el que habita y comparte.
Por ello, se ha referido a la Encíclica del Papa Francisco 'Laudato si' que une "el Cántico y la ecología integral" para decir: "Dios confió a los hombres el cultivo de la tierra para hacerla fecunda. El encargo de Dios al hombre, a la humanidad, comporta la contemplación e investigación, el trabajo y la alabanza. Confiamos en Dios que asentó el orbe y no vacila; el universo está en buenas manos. El dominio sin abuso, la sabiduría para usar la tierra con sobriedad y cuidando su habitabilidad para las generaciones futuras y particularmente a los más pobres, debe ser una responsabilidad de todos".
Tambien se ha referido el prelado vallisoletano y cardenal al comienzo del nuevo año y ha aseverado que aunque desde un punto de vista de duración temporal y vida de las personas "el paso de un año a otro tenga escasa incidencia, sí tiene relieve en el calendario de la vida en sociedad y en el imaginario colectivo compartido".
Por eso, "desde la atalaya del 31 de diciembre" echa la mirada atrás para ver los acontecimientos de la Iglesia que destacaría y se ha referido, entre otros, al encuentro del Papa Francisco con los presidentes de conferencias epicospales en febrero donde se abordó la protección de los menores; el Sínodo especial de los obispos sobre la Amazonía; la Cumbre del Clima; el Año Jubilar del Sagrado Corazón; la publicación del Plan de Formación de los seminaristas o el documento sobre la eutanasia y la protección de la vida en la etapa final.
El cardenal arzobispo agradece lo vivido en 2019 y espera durante 2020 "recibir, compartir y transmitir el Evangelio por la evangelización, el anuncio del Reino de Dios que es justicia y paz, reconciliación y libertad, por el servicio a los pobres e indigentes, por la cercanía a los marginados y excluidos".
También se ha referido a otros hechos que han tenido incidencia en la sociedad y en los medios de comunicación como el encuentro convocado por el Papa "para abordar la grave y dolorosa cuestión de los abusos de poder, de conciencia y sexuales" que habían padecido niños y personas vulneradas en la Iglesia.
"Fue una convocatoria humilde y valiente, inédita y sin precedentes", ha subrayado Blázquez, quien ha recordado que participaron también algunas víctimas, "que se atrevieron" a comunicar a la Asamblea su experiencia.
"El aliento retenido se cortaba en el aire, ya que no es lo mismo reflexionar sobre hechos tan penosos en presencia de quienes han sido víctimas que en su ausencia. El ambiente era de profunda conmoción, de sorpresa y hasta consternación por lo acontecido y preterido; pedimos en nombre de todos, perdón a Dios y a los abusados; pronunciamos un sí inequívoco a las víctimas y un no tajante a los abusadores y encubridores", ha aseverado el prelado vallisoletano.
En este sentido, ha reconocido que no ha participado en ninguna asamblea que le haya impresionado tanto al tiempo que ha aseverado que el silencio impuesto, el silenciamiento, "ha sido destructor de las víctimas y las familias; ha contaminado a la Iglesia y a la sociedad".
