PALMA DE MALLORCA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Transición Energética y Sectores Productivos, a través de la Dirección General de Energía y Cambio Climático, controla más de 2.150 actividades potencialmente contaminadores de la atmósfera (APCA).
Según ha explicado la Conselleria, cuando se declara un APCA se establecen unos mecanismos de control para garantizar que no contamine y "se establecen unos límites de emisiones y un sistema de medida".
Por otro lado, han indicado, se está trabajando para renovar la red de vigilancia de calidad del aire y que los resultados que se extraigan "sean más precisos" para poder desarrollar acciones concretas de mejora.
Concretamente, en la calle Foners de Palma se suministrará un sensor de dióxido de azufre; en Ciutadella, un sensor de ozono, un captador de secuenciales de partículas PM10 y una cabina exterior; y en Sant Antoni (Ibiza), un equipo automático de medida de partículas PM10.
En este sentido, desde la Conselleria han destacado la tarea que se lleva a cabo desde la Dirección General de Energía y Cambio Climático "para controlar en todas las islas la calidad del aire".
El objetivo, han señalado, es detectar cualquier posible cambio o variación y, en caso de superarse los valores habituales, tomar medidas para que la calidad del aire sea saludable en todas las Islas.
Por otro lado, entre las tareas de control de emisiones, la Dirección general de Energía y Cambio Climático ha llevado a cabo un seguimiento de la calidad del aire relacionada con el tráfico urbano.
VALORES ANTES DEL ESTADO DE ALARMA
Según ha detallado la Conselleria, antes del estado de alarma, en la calle Foners de Palma, el valor medio de dióxido de nitrógeno (NO2) era de 27 microgramos/m3, un valor que bajó hasta 10 durante el estado de alarma, lo que supone una reducción del 64 por ciento.
Este nivel sin embargo se ha elevado considerablemente durante la fase 1 de desescalada, llegando a los 16 microgramos/m3, con puntas que han llegado a los 87 microgramos/m3, "muy similares a los valores previos en el estado de alarma".
En Ibiza, los valores de NO2 previos en el estado de la alarma eran de 12 microgramos/m3. Durante el estado de alarma bajaron hasta tres, con una reducción de 71 por ciento. En fase 1 también se ha elevado hasta los siete microgramos/m3 con puntas de 73 microgramos/m3.
En Menorca, antes del estado de alarma el valor medio de NO2 era de siete microgramos/m3. Durante el estado de alarma llegó a bajar a cuatro, lo que supone una reducción del 45 por ciento. En fase 1 se elevó hasta los cinco microgramos/m3, con puntas de 56 microgramos/m3.
