Publicado 22/01/2020 13:13

Junta subraya el "compromiso" de CyL en la lucha contra el cambio climático

Junta subraya el "compromiso" de CyL en la lucha contra el cambio climático tras
Junta subraya el "compromiso" de CyL en la lucha contra el cambio climático tras - EUROPA PRESS

   La estrategia de calidad del aire en que trabaja aspira a situar los valores de CyL entre los registros "más rigurosos" de la OMS

   VALLADOLID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha subrayado el compromiso de la Comunidad en la lucha contra el cambio climático a la espera de que se concretan las medidas a aplicar tras la declaración por parte del Gobierno de España de la emergencia climática.

   Suárez-Quiñones ha asegurado que la Junta está a la espera de que esta emergencia se manifieste en forma de "propuestas normativas", pero ha insistido en que el "compromiso" de Castilla y León en esta materia es "total y absoluto".

   Asimismo, ha destacado el papel de la Comunidad como "gran sumidero de CO2" para contribuir a que España pueda cumplir los objetivos del Acuerdo de París y situarse "a la cabeza" de esta lucha.

   El consejero ha realizado estas declaraciones tras mantener un encuentro con el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, donde ha recordado que la Junta trabaja en la elaboración de una estrategia de calidad del aire para actuar principalmente en aquellas zonas donde en ocasiones se superan los límites de un contaminante secundario como el ozono, si bien ha subrayado que la calidad del aire en Castilla y León "es extraordinaria", sin que se rebasen los valores máximos de "ningún contaminante primario".

   En cuanto al ozono, ha reconocido la "complejidad" de este agente contaminante que "no aparece siempre donde están las fuentes de emisión", de ahí que haya enfatizado la importancia de trabajar de forma coordinada con el Estado.

   En cualquier caso, ha sentenciado que el objetivo de esta estrategia es conseguir en una década unos valores ambientales situados no entre los parámetros máximos legales, sino "entre los más rigurosos" que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).