Publicado 24/07/2019 19:19

El observador del Vaticano ante la ONU pide "no hacer oídos sordos" al "grito" de quienes no tienen alimentos en Siria

ROMA, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, Bernardito Auza, ha pedido ante la ONU "no hacer oídos sordos ante los gritos de quienes no tienen alimentos, atención médica o educación en Siria.

Así lo pidió este martes 23 de julio en el debate abierto del Consejo de Seguridad sobre 'Oriente Medio, incluida la cuestión de Palestina'. En resumen, Auza apeló al diálogo para una cultura de tolerancia y "convivencia pacífica" con el fin de reducir los problemas económicos, sociales, políticos y medioambientales, según informa Vatican News.

Sobre Siria, alertó de que, en particular en algunas zonas todavía inestables, el riesgo de una "peor crisis humanitaria sigue siendo alto". "No podemos permanecer sordos a los gritos de quienes carecen de alimentos, atención médica y educación, o de los huérfanos, las viudas y los heridos", subrayó.

Por otro lado, pidió a israelíes y palestinos que "vuelvan a las negociaciones" y añadió que "el apoyo humanitario sigue siendo vital para crear un ambiente propicio" para que se produzcan estos contactos.

Para el representante ante la ONU este "debate abierto" debe "conducir a la acción" y no quedarse en un mero comentario sobre los obstáculos "a la consecución de la tan buscada solución de los dos Estados dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente".

"Una importante contribución que los Estados Miembros pueden hacer en este momento es alentar a las partes a volver a la mesa de negociaciones y ofrecerles el espacio y los recursos necesarios para comprometerse a dialogar como protagonistas de su propio futuro pacífico, uno al lado del otro", insistió.

En cuanto a Yemen, Auza reconoció el paso necesario de la Resolución 2481 adoptada por las Naciones Unidas el 15 de julio con vistas al fortalecimiento del cese del fuego y del acceso a los suministros. Si bien, pidió "coherencia" preguntándose cómo se puede "hacer llamamientos elocuentes a favor de la paz en Oriente Medio e incluso participar en la acciones humanitarias, permitiendo la venta de armas en la región".

Finalmente, dirigió su mirada a Irak, que ofrece "una cierta esperanza de avanzar hacia la reconciliación y la reconstrucción" tras los crímenes del autodenominado Estado islámico. A su juicio, es esencial que la comunidad internacional siga alentando y buscando todas las oportunidades posibles para negociaciones y soluciones pacíficas a las crisis actuales en la región del Golfo.