Publicado 07/08/2018 13:51

Manos Unidas denuncia que la desposesión de tierras y el cambio climático ponen en "peligro" a los pueblos indígenas

   MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Manos Unidas denuncia que el problema de acceso a la tierra y las consecuencias del cambio climático ponen "en peligro" a las comunidades indígenas y les impiden vivir en condiciones dignas. Según datos de ONU, en el mundo hay 370 millones de indígenas que constituyen el 15 por ciento de las personas más pobres.

   Con motivo de la celebración este viernes 9 de agosto del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la ONG denuncia esta situación que viene en muchos casos provocada por grandes proyectos económicos como la agroindustria, la minería, explotaciones petrolíferas o grandes infraestructuras.

   En este contexto, muchos campesinos e indígenas migran a las ciudades en busca de trabajos precarios y las familias que permanecen en sus lugares de origen se ven forzadas a modificar sus medios de vida para adaptarse a las nuevas circunstancias.

   Este es el caso de India donde, según el responsable de Proyectos de Manos Unidas en Asia, Ramón Álvarez, el Gobierno "está queriendo expropiar territorios tribales para cederlos a grandes empresas para la extracción de recursos minerales". Esto ha generado manifestaciones multitudinarias en el estado de Jharkhand que ha conseguido, de momento, retrasar los planes de explotación.

   Además, en India, el cambio climático "está teniendo consecuencias dramáticas para las comunidades tribales", dedicadas tradicionalmente al cultivo de arroz y la recolección de productos forestales.

   "La reducción de las lluvias monzónicas afecta a las cosechas --afirma Álvarez-- por lo que estamos apoyando la puesta en marcha de técnicas agrícolas eficientes con un mejor aprovechamiento del agua y la diversificación de cultivos ecológicos con el fin de que las familias puedan vivir dignamente en sus territorios sin necesidad de emigrar".

   Por otro lado, el cardenal Pedro Barreto, vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y socio local de Manos Unidas en Perú, denunciaba recientemente la vulneración de derechos y el "maltrato del entorno natural" por parte de las intervenciones extractivistas en la Amazonía y se refería al nivel de violencia existente.

   En este sentido, la técnico de proyectos de Manos Unidas, María Manso, señala que cada vez es mayor la búsqueda de apoyo en procesos de defensa del territorio por parte de organizaciones y pueblos indígenas.

   "En los últimos años estamos apoyando más proyectos de fortalecimiento de organizaciones para que las comunidades reclamen ante el Estado el cumplimiento de sus derechos colectivos, así como iniciativas que tratan de impedir jurídicamente el despojo de las tierras que han habitado ancestralmente", afirma.

EL DEFORESTADO CHACO PARAGUAYO

   Un ejemplo del trabajo de Manos Unidas en América Latina se encuentra en su acompañamiento a comunidades indígenas en el Chaco. A través de Tierra Libre, socio local de Manos Unidas en Paraguay, el pueblo nivacle solicitó apoyo en sus esfuerzos por recuperar tierras comunitarias y adaptarse al cada vez más seco y deforestado Chaco paraguayo.

   "Actualmente estamos acompañando a los nivacle en sus demandas al Estado paraguayo para recuperar tierras comunitarias, promoviendo especialmente la participación de las mujeres ya que ellas hacen frente a una doble discriminación: por ser indígena y por ser mujer", explica Manso.

   A lo largo de sus casi 60 años de historia, Manos Unidas ha apoyado a más de 200 pueblos indígenas y tribales en todo el mundo. En los últimos 5 años, ha puesto en marcha un total de 252 proyectos de desarrollo para apoyar directamente a casi 600.000 personas indígenas.

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