Publicado 07/09/2020 12:04

La pandemia obliga a los cooperantes a redoblar esfuerzos

Dos cooperantes.
Dos cooperantes. - ALIANZA POR LA SOLIDARIDAD

   MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

    Alianza por la Solidaridad-ActionAid reclama al Gobierno la modernización del sector de la cooperación, coincidiendo con el Día del Cooperante que se celebra este 8 de septiembre, así como una dotación presupuestaria "muy superior a la actual". En este sentido, el colectivo ha recordado que España sigue a la cola en la Unión Europea en cuanto a inversiones públicas en cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria.

   "Hoy, la ayuda oficial al desarrollo supone un 0,19% de la Renta Nacional Bruta, lo que la sitúa muy lejos del 0,5% que se anunció para el final de esta legislatura", ha recordado la ONG.

   Alianza por la Solidaridad recuerda que desde los inicios de la actual pandemia global, los cooperantes y voluntarios "han tenido que redoblar su trabajo, tanto para continuar con los proyectos que ya tenían en marcha y no podían abandonarse, como para atender las necesidades urgentes provocadas por dicha pandemia".

   En muchos casos, los cooperantes expatriados han regresado a España, ante las dificultades de seguridad que suponía quedarse en regiones aisladas y conflictivas o con graves problemas de acceso a servicios básicos debido a los límites de movilidad impuestos.

    No obstante, estas personas desplazadas han seguido en contacto con el personal local con el que trabajan vía 'on line', con el problema añadido de que las conexiones por Internet no siempre son fáciles en determinados territorios.

   Blanca Mingo, coordinadora de Alianza por la Solidaridad-ActionAid en Senegal, es una de las personas que ha seguido en la distancia varios proyectos de desarrollo agrícola para paliar las pérdidas causadas por el coronavirus: "En Senegal se cerraron los mercados y ello supuso muchas pérdidas para familias que no podían dar salida a sus productos; erabásico seguir adelante porque estamos trabajando en ocho grandes huertas comunitarias y en la creación de un centro agrícola en Cumbacara que será importante para la recuperación de esta región fronteriza con Guinea Bissau", ha señalado. Son proyectos que se financian con fondos de la Generalitat Valenciana, los gobiernos de Aragón y Castilla-La Mancha y el cabildo de Gran Canaria.

   En otros casos, los cooperantes expatriados han optado por quedarse en el terreno, si bien también sujetos a las medidas de seguridad impuestas en sus lugares de residencia, con muchos límites a los traslados. Así ha sido el caso de Eva Anadón, coordinadora de Alianza en Palestina, que primero fue confinada en Amán (Jordania) y más tarde en Jerusalén, donde vive con un niño de dos años.

   "En Gaza aún no podemos entrar. Al principio, se obligó a seguir una cuarentena de 14 días en centros de alojamiento de Hamás, pero luego se cambió por confinamiento en las casas y ahora tenemos un repunte importante de casos, así que se ha cerrado de nuevo la entrada a la Franja. En Cisjordania, seguimos trabajando intensamente y hemos reformulado proyectos que teníamos de atención a mujeres supervivientes de violencia de género para adaptarlos a la atención no presencial", ha apuntado desde Jerusalén.

   Fundamentales son, asimismo, los cooperantes locales, que en el caso de Alianza suponen la mayoría de su personal -cuenta con 72 locales y 10 expatriados en 16 países-, quienes están realizando un "sobreesfuerzo" para llegar a los lugares más afectados, realizando cuarentenas a su regreso, como la que ha tenido que realizar el cooperante Diego Bernal en Colombia, tras recorrer la Amazonía y el Chocó.

   Ana Alcalde, directora de Alianza por la Solidaridad-ActionAid, ha insistido en que "no se puede mirar para otro lado en estos momentos porque ha quedado claro que la pandemia y la crisis provocada por ella no sabe de fronteras. El trabajo de los cooperantes son el espejo de ese compromiso ineludible con los países que peor lo van a pasar".

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