Actualizado 24/08/2010 19:26

Las agencias de la ONU aumentan sus esfuerzos para ayudar a los afectados por la violencia en Kirguistán


MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las agencias de Naciones Unidas están aumentando sus esfuerzos para asegurar que cientos de miles de personas afectadas por la violencia reciente en Kirguistán tienen suficientes alimentos y refugio adecuado de cara al próximo invierno.

Una evaluación nacional realizada el pasado julio por el Programa Mundial de Alimentos (PAM) encontró que más de una cuarta parte de los hogares kirguises --o 1,4 millones de personas-- sufren inseguridad alimentaria.

El informe alertó de que otras 340.000 personas están en riesgo de sufrir esta inseguridad durante los próximos meses, debido al deterioro de la situación económica y de la dureza del invierno, cuando se agoten las reservas de alimentos y se requieran gastos adicionales para ropa de invierno.

"La respuesta de los donantes ha sido hasta ahora muy positiva, algo por lo que estamos extremadamente agradecidos", aseguró el responsable de las operaciones del PAM en Kirguistán, Carl Paulson. "Pero vamos a tener que pedir a los donantes que miren más en sus bolsillos para impedir que la gente se muera de hambre durante el invierno", añadió.

Casi 400.000 personas fueron desplazadas por los enfrentamientos que comenzaron en junio en las ciudades de Osh y Jalalabad, en el sur, entre kirguises y uzbekos. Asimismo, la encuesta del PAM también subraya que la inseguridad alimentaria es muy elevada en estas provincias y que la situación en las mismas aún es extremadamente frágil.

Mientras, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y sus socios están construyendo refugios de transición para los desplazados cuyos hogares quedaron destrozados durante la violencia. "Con sólo unos meses antes del próximo invierno, estimamos que al menos 75.000 personas permanecen desplazadas y necesitan refugio", indicó un portavoz de la agencia, Andrej Mahecic.

Algunas de estas personas están siendo acomodadas en tiendas de ACNUR mientras otras se quedan con sus familias, amigos o vecinos. ACNUR ha estado trabajando también con las autoridades para facilitar un registro rápido de los desplazados así como la devolución de documentos de identidad perdidos o destruidos, sin los cuales estas personas se enfrentan con serias dificultades para acceder a diferentes servicios.

Esta agencia también ha desarrollado una estrategia de cobijo de transición para ayudar a aquellas personas cuyos hogares quedaron destruidos por completo, hasta que el programa de reconstrucción del Gobierno kirguís pueda proporcionarles un refugio permanente. "Además, planeamos distribuir más ayuda humanitaria y continuar ayudando a los desplazados que viven con familias de acogida para sobrevivir al invierno", indicó Mahecic.