MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) ha entregado desde comienzos de mayo ayuda de emergencia a unas 300.000 personas del norte de Níger y Malí, donde "la condición de vida de muchas personas se ha deteriorado de forma drástica" por la grave sequía de los últimos meses, según lamentó el jefe de la delegación de la organización en Niamey, Jurg Eglin.
El responsable del CICR indicó en un comunicado que "encontrar agua y sustento para la familia se ha convertido en una lucha diaria, que lleva a la gente a situaciones límite". En este sentido, advirtió de que aunque las últimas lluvias caídas en la zona han aliviado ligeramente la situación, las sucesivas sequías e inundaciones han provocado la muerte de miles de cabezas de ganado y destruido cosechas enteras.
La situación de escasez ha aumentado los enfrentamientos por agua y terrenos entre agricultores y pastores de distintas comunidades, al igual que han crecido los casos de asalto en los dos países africanos.
El CICR compró 36.000 reses a ganaderos de la región nigerina de Agadez, en el norte de Níger, y de Gao y Tombuctú, en la zona septentrional de Malí, cuando aún se encontraban en condiciones aceptables.
Tras haber sacrificado a estos animales, en su mayoría cabras y ovejas, la organización ha distribuido la carne a las familias necesitadas, lo que ha cerrado un ciclo que, además de aumentar el poder adquisitivo de los ganaderos, ha permitido estabilizar el precio de las cabezas de ganado mediante una reducción de la oferta. El CICR ofreció pienso y atención veterinaria a unos 60.000 animales aparentemente mejor preparados para sobrevivir.
A esta ayuda se suma otra consistente en la distribución de reparto de raciones alimentarias en las zonas septentrionales de Níger y Malí. Alrededor de 200.000 personas han sido asistidas mediante este método desde el mes de abril, mientras que se han distribuido semillas de sorgo, mijo y arroz a unos 65.000 agricultores.
