Actualizado 15/02/2013 14:34

La FAO alerta de la "urgente necesidad" de reanudar la producción local de alimentos en Malí

MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha alertado este viernes de la "urgente necesidad" de ayudar a los agricultores desplazados a regresar a sus tierras y reanudar la producción de alimentos, en vista de la próxima temporada agrícola de Malí, fijada para mayo.

El ministro maliense de Agricultura, Baba Berthé, ha subrayado "la importancia de asistir a los agricultores" desplazados, que han visto una mejora en su situación y pueden regresar a sus hogares, así como "la necesidad de fortalecer la resistencia de los pequeños labriegos" en todo Malí.

"La primera estación de siembra en Malí comenzará en mayo", por lo que "a medida que la situación de seguridad evoluciona, la FAO, los organismos asociados y la comunidad internacional tiene que hacer todo lo posible para ayudar a los agricultores a regresar a su tierra", y "poder cultivar alimentos de nuevo", ha declarado el director general de la FAO, José Graziano da Silva. "Simplemente, Malí no puede permitirse el lujo de perder la siguiente estación de siembra", ha proseguido.

Según el comunicado de la FAO, se estima que hay cerca de dos millones de personas en Malí que sufren inseguridad alimentaria. La mitad de ellos viven en el norte, pero los efectos persistentes de la crisis alimentaria de los años 2011 y 2012, producidos por una combinación de factores tales como la sequía, los elevados precios del grano y la degradación medioambiental junto con los desplazamientos internos, han sido los causantes de que otro millón de personas también se vean expuestas a la misma situación.

Más de 400.000 personas han tenido que huir de sus hogares desde que estalló el conflicto en el norte de Malí el año pasada, lo que ha provocado un aumento de la crisis preexistente.

Muchos de los desplazados son agricultores que permanecen en campamentos de refugiados o con familias de acogida en Burkina Faso, Mauritania y Níger. Otros pequeños labradores han tenido que ser realojados en el sur de Malí.

No obstante, algunas personas han empezado a regresar a sus viviendas y reanudar sus actividades agrícolas. Hasta el momento, no habían sido capaces de cultivar sus tierras, ya que tienen poco o ningún acceso a las herramientas, semillas y animales necesarios para comenzar la producción, de acuerdo con el comunicado.

El Programa Mundial de Alimentos (PAM) trabaja para entregar suministros alimentarios a unos 564.000 desplazados y refugiados. Además, la agencia de la ONU ha solicitado cerca de doce millones de dólares (nueve millones de euros) en ayuda humanitaria para ayudar a unas 490.000 familias, según la FAO.

Aparte, se necesitan otros diez millones de dólares (siete millones de euros) para asistir a los nuevos desplazados internos, retornados y familias de acogida en Malí, de acuerdo con el comunicado.

Berthé ha destacado "la importancia de fortalecer" los proyectos existentes de riego, los cuales han sido "muy efectivos" para la recuperación tras la sequía.

Finalmente, Graziano da Silva y Berthé han insistido en la necesidad de reanudar las actividades de seguimiento lo antes posible, a fin de evitar cualquier "brote potencial" de plagas después de las lluvias de verano.