Actualizado 03/09/2012 20:57

La ONU alerta de que apenas existen lugares seguros en Siria para huir de la violencia


MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

A medida que la violencia aumenta en Siria, donde persisten sin tregua los combates entre las fuerzas leales al Gobierno y los rebeldes, se reducen los lugares en los que la población puede encontrar refugio, ya que han sido destruidos "incontables" viviendas y hospitales.

La denuncia, planteada por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, hace hincapié en la complicada situación en que se encuentran "hombres, mujeres y niños" ajenos al conflicto político y social que vive su país desde marzo del año pasado.

Los civiles "están soportando el peso de la violencia", según la OCHA, que ha advertido en un informe de que multitud de personas "han muerto en sus casas o en las calles mientras buscaban comida y otros suministros o intentaban evacuar a los heridos".

Los combates han "destruido" todo tipo de infraestructuras esenciales en Siria y "los bloqueos y toques de queda impuestos en ciudades como Homs, Hama, Deraa e Idlib han impedido que la población obtenga agua, comida y suministros médicos". La OCHA ha detectado un incremento en el número de controles militares, de barricadas y de carreteras cerradas.

Desde que comenzó el conflicto, hace casi 18 meses, más de 18.000 personas han muerto y, actualmente, unos 2,5 millones de personas necesitan asistencia de forma urgente. Pese a la tensa situación, unos 310.000 desplazados internos han recibido ayuda en las últimas tres semanas, periodo en el que el Programa Mundial de Alimentos ha repartido comida a 530.000 personas.

La presión también recae sobre las comunidades de refugiados que viven en Siria, como los 225.000 palestinos que residen en este país. Naciones Unidas calcula que más de 4.000 han cruzado la frontera hacia Líbano y Jordania, mientras que unos 30.000 iraquíes han vuelto a su país de origen desde mediados de julio.