GINEBRA, 26 Oct. (Reuters/EP) -
Naciones Unidas pidió este martes a las autoridades kenianas que protejan a 5.000 refugiados que se encuentran en zonas cercanas a la frontera común, ante el temor de una nueva ofensiva islamista que recrudezca la situación en esta área.
Alrededor de 60.000 somalíes han abandonado sus hogares desde que el pasado jueves comenzasen los enfrentamientos entre los soldados somalíes y milicianos de Al Shabaab, una red afín a Al Qaeda. La mayoría de estos desplazados han permanecido en Somalia.
Al menos 27 milicianos murieron durante las escaramuzas ocurridas en la localidad fronteriza de Balad Hawo, pero la tensión se ha trasladado también a la zona norte de Kenia, donde Al Shabaab se estaría reagrupando, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El portavoz de esta organización, Andrej Mahecic, pidió en rueda de prensa a las autoridades kenianas "acelerar la reubicación de los nuevos refugiados para que las personas puedan ser alejadas de la frontera y trasladadas a un centro de recepción".
La mayoría de los refugiados que se encuentran en los campamentos son mujeres, niños o ancianos y, según Mahecic, malviven en pésimas condiciones "sin refugio o sanitarios", lo que empeora la situación "rápidamente".
Casi 1,5 millones de somalíes se han desplazado dentro de Somalia para evitar la violencia, mientras que otras 614.000 personas han decidido cruzar la frontera, principalmente hacia Kenia, calcula ACNUR. Kenia garantiza automáticamente a los somalíes la condición de refugiados, tan sólo con registrarse.
