YAMENA, 23 May. (De la enviada especial de Europa Press, Isabel Vega) -
El director del Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU en Chad, Jean-Luc Siblot, sostiene que se han "malgastado muchos meses en análisis y en hacer entender al Gobierno y a los agentes internacionales lo que estaba pasando" antes de responder a la crisis alimentaria que afecta a dos millones de personas en este país, el 55% de los cuales se concentran en seis provincias de la franja del Sahel.
En un encuentro con los medios desplazados por Oxfam Internacional (Intermón Oxfam en España) a Yamena como parte de una campaña sobre la situación en la región, Siblot explicó que la situación de "inseguridad alimentaria" que vive la región comenzó a notarse en octubre de 2009, cuando la producción agrícola cayó un 34% y los niveles de malnutrición en algunas regiones comenzaron a superar tasas del 25 por ciento.
"En noviembre de 2009 el presidente del Gobierno de Chad, Idriss Déby, se reunió con distintas autoridades para transmitir el grave problema alimentario en el país, pero desde entonces hemos necesitado tiempo para recaudar fondos y recopilar los alimentos", señaló el responsable del PAM, para añadir que en febrero de 2010, cuando el Ejecutivo hizo un nuevo llamamiento, la organización disponía ya de "una imagen clara de la situación".
No obstante, Siblot reconoce que la presión del gobierno chadiano "quizá no haya sido suficiente ni a tiempo como para movilizar a todas las agencias internacionales", en su opinión, porque "la magnitud de la crisis no se predijo con exactitud" lo que puede haber provocado que las organizaciones "hayan empezado a moverse ahora, cuando debieron hacerlo hace cinco meses".
En la actualidad, el PAM ha identificado sólo en seis provincias de la zona del Sahel a un total de 650.000 personas (el 42% de los hogares) que necesitan con urgencia recibir alimentos básicos, principalmente mujeres y niños ya que la organización da prioridad a la nutrición materno infantil en el reparto de comida, conforme apuntó Siblot, para incidir en que si bien la comunidad internacional ha respondido, "aún falta un 40%" de la ayuda necesaria y la que se ha recibido tarda en llegar.
En este sentido, explicó que dada la falta de alimentos en el mercado interno de Chad, el PAM se ha visto obligado a importar los productos en el mercado internacional, lo que implica no sólo un sobrecoste, sino un retardo en el reparto, que debe llegar al país desde distintos lugares del mundo, como Sudáfrica, Burkina Faso o Camerún y, en muchos casos, hacerlo por carretera.
"Tardamos hasta cinco meses desde que adquirimos los alimentos y llegan a las personas que los necesitan y ahora nos encontramos con que todavía no hemos recibido la cantidad necesaria y tenemos que distribuir el máximo de comida posible porque estamos llegando al periodo crítico", señaló Siblot, en relación a los meses de verano, que coinciden con la fase entre cosecha y cosecha en que la población agrícola, por falta de excedentes, no tiene con qué subsistir.
Sin embargo, Siblot dice estar seguro de que la zona sur del país tiene capacidad suficiente como para abastecer al resto del Estado, aunque para ello hacen falta "enormes inversiones en modernización agrícola" que maximicen la producción.
"POR SUPUESTO QUE NO NOS VAMOS"
Por otra parte, preguntado por la situación en que se encontrarán las organizaciones humanitarias si finalmente se retiran de Chad las tropas de estabilidad enviadas por la ONU (Minurcat) y encargadas de la protección de los refugiados y los cooperantes en la frontera Este del país, el responsable del PAM aseguró que la organización no se retirará del territorio.
"Por supuesto que no nos vamos. Ahora estamos esperando la decisión definitiva del Consejo de Seguridad de la ONU para ver qué pasa", señaló Siblot, para incidir en que la principal preocupación del PAM es la seguridad de la población civil y de los humanitarios. "Chad ha dicho que se hará cargo de la protección y no sabemos cómo van a hacerlo, pero hay que confiar en que lo harán", agregó.
