Publicado 09/08/2019 17:18

Acción contra el Hambre pide limitar el impacto del uso agrícola de la tierra sobre el cambio climático

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Sequía - EUROPA PRESS/MUNICIPIOS RIBEREÑOS - Archivo

   MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Acción contra el Hambre ha destacado la "imperiosa necesidad" de limitar el impacto del uso agrícola de la tierra sobre el cambio climático, para combatir la inseguridad a largo plazo.

   Así lo ha manifestado este viernes la organización en un comunicado tras la publicación del Informe Especial del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC).

   El informe, según ha señalado la ONG, se muestran las "complejas" relaciones entre el cambio climático y el uso de la tierra, especialmente en la agricultura. De hecho, los sistemas agroindustriales son responsables de casi un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero.

   Sin embargo, la organización ha asegurado que la agricultura "también está sufriendo el cambio climático, especialmente en el ámbito rural y familiar". Así, ha resaltado que el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos tiene un "impacto significativo" en la producción agrícola, en términos de cantidad y calidad, "y no hace sino agravar la situación de la población más vulnerable, con menos alimentos disponibles y el aumento de los precios".

   "Creemos que las negociaciones internacionales sobre el cambio climático deben ser impulsadas por cuestiones agrícolas: es crucial reconsiderar nuestros sistemas agrícolas a nivel internacional para limitar su impacto sobre el cambio climático, sin sumar más amenazas a la seguridad alimentaria. Las políticas deben priorizar el apoyo a la adaptación de la población más vulnerable a las consecuencias del cambio climático", ha subrayado Acción contra el Hambre.

   Para el director técnico de la organización, Amador Gómez, la agroecología campesina, la agricultura familiar y los pequeños agricultores "deben estar en el centro de los sistemas agrícolas, a diferencia de los sistemas agrícolas industriales que favorecen el cambio climático y no producen alimentos saludables y nutritivos".

   En su opinión, los países más industrializados "también deben reconsiderar sus sistemas de consumo para limitar su impacto en el cambio climático que afecta a los países menos desarrollados". "En esos cambios deben tenerse en cuenta toda la cadena de producción, especialmente la deforestación, los insumos químicos, la agricultura y el desperdicio de alimentos", ha precisado Gómez.

APOYAR EL CAMBIO DE DIETA CON "POLÍTICAS PÚBLICAS URGENTES"

   Por su parte, el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) ha respaldado las advertencias del informe del IPCC y ha advertido de que las recomendaciones sobre la reducción del consumo de carne y cambio de dieta "deben ser apoyados con políticas públicas urgentes y no basarse en exclusiva en las decisiones finales del consumidor".

   En este sentido, ha indicado que el sector agrario es el tercero en emisiones de CO2 equivalente en España, con un 10,6% del total según datos de 2016, por lo que, además de ser afectado por el cambio climático, "también podría ser una fuente de soluciones para mitigarlo si se logran reducir estas emisiones".

   "Una de las soluciones con menor difusión hasta el momento, como señala el informe del IPCC, es el cambio de modelo alimentario. Pero este cambio debe darse a nivel productivo también, algo que repercutiría en una mayor productividad y competitividad de este sector en España en el futuro", ha asegurado el IIDMA.

   Además, ha indicado que el fomento de las decisiones de consumo basadas en un cambio de dieta que favorezca la reducción del consumo de carne, como recomienda el IPCC, "tendría repercusiones muy positivas en la disminución de las cabañas ganaderas y sus emisiones de GEI".

   Sin embargo, según ha apuntado el instituto, "deben estar apoyadas por políticas públicas que pasen por mayor financiación, compromiso político, supresión de obstáculos burocráticos, y la evaluación de impactos ambientales y sanitarios que favorezcan la transición a un modelo de producción extensivo".

   Además, ha destacado la importancia de consolidar canales de comercialización específicos para los productos de ganadería extensiva "que garanticen un justo margen de beneficio para los ganaderos".

   "El sector agrario español destaca a nivel internacional, pero si no se proponen soluciones eficaces para reducir sus emisiones y hacer frente al cambio climático el daño que sufrirá el sector será irreversible", ha señalado el ingeniero medioambiental de IIDMA y coordinador del proyecto EUKI en España, Massimiliano Patierno.

   El experto ha afirmado que la reducción de la demanda de carne "podría favorecer" la recuperación y el desarrollo de explotaciones extensivas y ecológicas, cuya, a su juicio, "escasa rentabilidad" tiene origen en la "llegada al mercado de grandes cantidades de carne 'low cost' y de baja calidad, unido a canales de distribución que dejan la mayor parte del beneficio en manos de los intermediarios".