Actualizado 17/10/2018 17:14

¿Por qué en los países menos desarrollados hay una alta tasa de fecundidad?

Un niño en un hospital de Níger
MSF/LAURENCE HOENIG

MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

Una treintena de países registran altas tasas de fecundidad, con más de 4 hijos por cada 1.000 mujeres. Sucede en gran parte de África subsahariana y en otros seis países en conflicto o con crisis recientes, según el informe sobre el Estado de la Población Mundial 2018 del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).

En general, estos países son los más pobres, en ellos el acceso a la atención de salud y educación es "limitado", y la "arraigada" discriminación de género supone un "obstáculo para la autonomía de la mujer", según destaca el estudio, que ha sido presentado este miércoles 17 de octubre en Madrid y en el que se analizan los cambios en las tasas de fecundidad, los avances en salud y derechos reproductivos.

El informe sostiene que la alta tasa de fecundidad "puede indicar una serie de deficiencias en materia de derechos humanos" en esta serie de países, entre los que está Sudán, Uganda, Zambia o Niger, que es el país que tiene la tasa más alta, con 7,1 nacimientos por mujer.

En este sentido, el responsable de género y derechos humanos de UNFPA, Luis Mora, ha destacado que en estos de países las mujeres "siguen viendo sesgados" sus derechos reproductivos porque "no pueden elegir libremente". En estos estados, existen altas tasas de fecundidad que se deben, principalmente, a embarazos no deseados, en muchas ocasiones de mujeres menores de edad ya que es habitual la práctica del matrimonio a temprana edad. Precisamente Níger, el país con la tasa de fecundidad más alta, es el que registra más casos de matrimonios con niñas.

"En África subsahariana 4 de cada 10 mujeres están obligadas a casarse antes de los 14 años", ha declarado Mora. El estudio presenta este fenómeno como "práctica nociva" que, al igual que la mutilación genital femenina en niñas de 15 a 19 años, predomina en los países de este continente.

"Las altas tasas de fecundidad suelen dificultar la tarea de los países de mejorar los servicios y desarrollarse con el fin de que la población pueda encontrar vías para salir de la pobreza. A medida que el número de jóvenes en edad de trabajar aumenta, estos se enfrentan con una economía que no es lo suficientemente sólida para generar empleos para todos", señala el estudio.

Por otro lado, existe otra serie de países en los que la fecundidad parece estabilizarse e incluso tiende a aumentar, pese a que disminuyeron "de manera considerable", y otros países en los que ésta ha descendido desde la década de los 60 y 80 y dicho descenso se mantiene. Se trata, por ejemplo, de países de América Latina, Argelia, Egipto, de Asia central o La India.

MÁS DE 50 PAÍSES TASAS BAJAS O MUY BAJAS

Frente a este escenario, más de 50 países del mundo tienen tasas muy bajas o bajas de fecundidad. "En dos de cada tres países ya ven la baja fecundidad como un problema de índole nacional", ha dicho el responsable de género y derechos humanos de UNFPA.

La categoría que engloba a los países con bajas tasas de fecundidad durante un periodo de tiempo considerable, están principalmente los países más desarrollados de América del Norte, Asia y Europa, que presentan niveles más altos de educación y más avances en el ejercicio efectivo de los derechos de la mujer y donde se respetan por lo general los derechos reproductivos.

De hecho, según ha relatado hay 22 países que no llegan al nivel de reemplazo ya que su tasa se sitúa por debajo de los 2,1 nacimientos. España forma parte de este grupo de países y, de hecho, es uno de los que registra una esperanza de vida más elevada (81 años los años y 86 las mujeres).

España está a la cabeza de los países de la Unión Europea que registran las tasas más bajas de fecundidad, con 1,4 nacimientos por cada 1.000 mujeres, y la edad media para ser madre alcanza los 31,9 años, la más alta de los países comunitarios, según el informe sobre el Estado de la Población Mundial 2018 del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).

Por delante de España, con menor tasa global de fecundidad entre los países de la UE están Portugal (1,2 nacimientos), y Grecia, Chipre y Polonia, que registran 1,3 nacimientos. Croacia y Hungría se sitúan en el mismo puesto que España, con 1,4.

Mora ha comenzado la presentación del informe 'El poder de decidir' recalcando que hasta hace poco la tasa de fecundidad mundial no registraba tasas tan dispares como en la actualidad, aunque, según ha manifestado Mora, se ha producido una "reducción sistemática" de la natalidad en general.

Según ha remarcado Mora, en el caso de Japón o Corea del Sur dentro de 25 años se habrá reducido la población "de manera importante", ya que alrededor del 20% o el 25% de la población "habrá desaparecido", ha manifestado el experto. Así, ha insistido en que este asunto "plantea desafíos" ya que repercute directamente en el desarrollo económico, social y sostenible de los países.

En este punto, ha aseverado que el porcentaje de mujeres solas o solteras sin hijos está "aumentando de manera significativa" entre las mujeres de estos países desarrollados, al tiempo que ha apuntado que la infertilidad, especialmente entre los hombres, también se está incrementando.

Mora ha puesto de manifiesto que los bajos niveles de fecundidad se deben principalmente a que muchas mujeres toman la decisión de no tener hijos por "la falta de opciones" y la falta de políticas para facilitar la conciliación de la vida laboral con la familiar y privada.

Asimismo, desde una perspectiva económica, "decrece el deseo de tenerlos" porque los gastos que conlleva "no se pueden asumir". En el caso de España, Mora también ha hecho hincapié en la "elevada" cifra de nacimientos a través de la reproducción asistida, que ya alcanza el 8%, según ha precisado Mora.

"Hay barreras importantes para ejercer los derechos reproductivos, ya sean económicas o institucionales", ha dicho Mora. En este sentido, el informe de la UNFPA ha pedido que se impulsen políticas favorables a la conciliación, a la corresponsabilidad, y para acabar con la precariedad del mercado de trabajo ya que "afecta a la capacidad de las mujeres de decidir libremente" sobre la maternidad.


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