Actualizado 29/07/2018 12:20

Pocas denuncias y fallos en la identificación de víctimas: los principales problemas en la lucha contra la trata

Isela, víctima de trata
PROYECTO ESPERANZA - Archivo

   MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Muy pocas mujeres que son víctimas de trata denuncian al llegar a España y, en ocasiones, las personas encargadas de la identificación de las víctimas no cuentan con "excesiva experiencia". Esta es una de las principales conclusiones de una investigación europea que pretende prevenir el tráfico de mujeres y niñas nigerianas así como mejorar la lucha contra la trata. Precisamente este lunes 30 de julio es el Día Mundial contra la Trata de personas.

   'BINIs- Best practices in tackling trafficking Nigerian Route' es el nombre del estudio que forma parte del proyecto europeo liderado por la ONG italiana CISS. Movimiento por la Paz es la organización socia en España, y tanto la responsable del Área de Mujer de la entidad, Begoña Serrano, como la investigadora Marili Parissaki, han participado en su elaboración que se llevó a cabo entre junio de 2017 y enero de 2018.

   Según explican en una entrevista con Europa Press, en España la mayoría de las víctimas de trata son nigerianas, al igual que la mayoría de detenidos. "En general" no denuncian su situación porque "llegan traumatizadas" debido al proceso migratorio en el que han sufrido abusos por el camino, entre otras cosas, señalan las dos expertas, que avisan de que se está fallando en el proceso de identificación de las víctimas, cuya competencia está en manos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

   Precisamente durante su última comparecencia el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, expresó que su departamento "hará una especial incidencia" en lo relativo a la lucha contra la trata de seres humanos y las mafias. Asimismo, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género rubricado por el Parlamento contempla la necesidad de impulsar una ley integral de lucha contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

REFORZAR LA LUCHA CONTRA LA TRATA

   Serrano y Parissaki ven necesario un "refuerzo" en la lucha y prevención del tráfico de mujeres y niñas nigerianas y, con ese objetivo, reclaman una mayor colaboración entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y las organizaciones especializadas en trata, así como con las asentadas en Nigeria; una mayor capacitación de los actores involucrados en la identificación y más sensibilización de la sociedad española sobre la gravedad de esta realidad.

    Según destacan, la trata nigeriana es "compleja" principalmente por la "coacción psicológica que sufren las víctimas mediante su creencia en el vudú y magia negra". Asimismo, "la humillación, el desvalimiento, la pérdida de confianza en sí misma y en los demás" o "el miedo a las represalias" son algunos de los motivos por los que las víctimas no denuncian.

   "Llegan traumatizadas y lo único que quieren es trabajar y ganar dinero, o no denuncian porque están instruidas por los tratantes y la idea de que si denuncian caerán repercusiones severas sobre ellas por incumplir con su contrato, que es contraído mediante los juramentos rituales", precisan.

   Aparte de la falta de iniciativa para denunciar su situación, las expertas sostienen que debe ampliarse el 'período de reflexión'-- actualmente de 90 días-- que se da a las víctimas para decidir si denuncian o no. Asimismo, las investigadoras hacen hincapié en que falta experiencia entre las personas que realizan la entrevista de identificación. A su juicio, se deben mejorar "las habilidades" de los que se encargan.

"EL MIEDO LES IMPIDE PEDIR AYUDA"

    Respecto a la protección de las víctimas, Serrano y Parissaki inciden en que el miedo "les impide pedir ayuda y recibir protección. "Es difícil proteger al que no quiere ser protegido", enfatizan. No obstante, consideran que se puede mejorar "entendiendo sus necesidades y respetando sus creencias" y, especialmente, "aumentando el apoyo a iniciativas de protección e integración, entre las que citan Proyecto Esperanza, APRAM, Villa Teresita o Concepción Arenal.

   Las dos investigadoras dan mucha importancia a la integración social de las víctimas y alertan de que si no reciben un apoyo integral adecuado, "hay muchas opciones de volver a caer en la prostitución, e incluso de pasar de ser víctima a tratante.

   En este contexto, piden acciones de sensibilización social. "La sociedad española debería ser consciente e implicarse en lo que conlleva la trata de mujeres con fines de explotación sexual, así como asumir el respeto a los Derechos Humanos actuando contra las situaciones o acciones de discriminación", afirman.

   Pero hacen hincapié en el trabajo de las ONG que ofrecen atención en las fronteras y en la calle, y facilitan centros de acogida, pisos de protección y residencias, intervención integral, talleres de integración, de mejora de habilidades e itinerarios de inserción social y laboral a las víctimas.

    "El trabajo conjunto realizado por los distintos agentes que intervienen en la identificación y protección mejora las capacidades de las mujeres nigerianas, aumenta su autoconfianza y seguridad y logran llegar a ser autónomas y llevar una vida normalizada en España", señalan a Europa Press.

"DE VÍCTIMAS A SUPERVIVIENTES"

   En cualquier caso, también destacan la "fortaleza y la resiliencia de las mujeres" que pasan "de ser víctimas a ser supervivientes". La investigación, que se ha realizado a partir de entrevistas con expertos y actores, también elaboró entrevistas en grupo con mujeres nigerianas usuarias del programa de alojamiento e intervención integral de Proyecto Esperanza y que han salido de la prostitución.

   En el marco de este proyecto de la Congregación de Religiosas Adoratrices, en 2017 fueron atendidas 231 víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual, de las que 229 eran mujeres y 2 eran menores a su cargo. Según los datos de la memoria anual de la ONG, el 60% de las mujeres tenía entre 18 y 30 años.

   "El estudio a través del 'focus group' demostró que estas mujeres tienen una fortaleza física y emocional admirable, tienen ambiciones y sueños para el futuro. Quieren trabajar, algunas en profesiones ambiciosas como aeronáutica, estar con sus hijos e hijas, montar su propio negocio, viajar, pero también demuestran su vínculo fuerte con su país porqué quieren morir en Nigeria", aseveran.

   Para las expertas, la atención personalizada e integral de Proyecto Esperanza "han sido claves para apoyar a las mujeres a salir del círculo de las redes de trata, recomponerse, desarrollarse como personas y tener oportunidades para un futuro mejor".