Actualizado 04/01/2013 18:07

Francisco Mesonero, de Fundación Adecco: "Los que se sientan desesperanzados, tienen que saber que no están solos"

Francisco Mesonero, director general Fundación Adecco
FUNDACIÓN ADECCO

La Fundación Adecco ha presentado el informe '¿Qué tres deseos le pies la nuevo año?' para conocer las demandas y anhelos de las personas con discapacidad de cara a 2013. Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, destaca en esta entrevista que "hay que abordar la integración laboral de manera transversal".

.- ¿Qué le piden las personas con discapacidad al nuevo año?

Sus deseos son similares a los del resto de los ciudadanos. Sobre todo giran en torno al empleo. Los desempleados quieren encontrar un trabajo y los ocupados desean conservarlo. Pero además, tienen aspiraciones más específicas. Por ejemplo, quieren derribar de una vez por todas los anacrónicos prejuicios que aún impiden su plena integración, así como frenar los recortes que pueden poner en peligro las conquistas sociales y derechos alcanzados en los últimos tiempos.

.- ¿Y quién sería su jefe ideal?

En general, buscan a una persona justa y comprensiva. Pero los nombres favoritos son Bertín Osborne y Vicente del Bosque. Desearían encontrar a un superior que se parezca a ellos en 2013.

.- ¿Cómo puede el marco legal ayudar a las personas con discapacidad a cumplir sus metas?

La ley no es una varita mágica, pero es el resorte que produce el cambio: por lo tanto es fundamental. Lo que sucede es que las leyes en materia de discapacidad se han quedado algo obsoletas. Por ello, el Gobierno se ha puesto como fecha límite el 31 de diciembre, para aprobar un texto refundido en el que se regularán aclararán y armonizarán las normativas legales relacionadas con la integración social y laboral de las personas con discapacidad.

.- ¿Qué podemos esperar de este texto refundido?

Una actualización del marco que rodea a las personas con discapacidad, un ajuste más preciso a su situación y necesidades. El texto refundido debe recoger líneas de actuación transversales, que aborden la problemática en toda su extensión. Es decir, la integración laboral no debe abordarse, exclusivamente, cuando la persona cumple la edad mínima para trabajar, sino que hay que actuar de forma preventiva en edades prelaborales, incentivando la formación de las personas con discapacidad.

Este texto también debe poner el foco en la propia empresa, abordando planes de sensibilización que contemplen diferentes acciones como el voluntariado corporativo, que acerque al conjunto de los empleados al mundo de la discapacidad. Hay que aprovechar para incidir en este aspecto, ahora que el compromiso de las empresas es creciente.

.- ¿Se ha producido algún otro cambio reciente en el marco de la contratación de personas con discapacidad?

Partiendo de una necesidad real, la reforma laboral ha abierto la oportunidad de que los servicios públicos de empleo puedan colaborar con entidades privadas en el marco de las políticas activas de empleo. De este modo, se multiplican las posibilidades de que los parados puedan encontrar un lugar en el mercado laboral, incrementándose también la calidad y la adecuación del puesto de trabajo al demandante de empleo.

.- En un momento de crisis, recortes, ajustes... ¿cómo se encaja la integración laboral de las personas con discapacidad? ¿entra en los planes de las empresas?

Hay un poco de todo, pero mi sensación es optimista. Afortunadamente, muchas organizaciones están aprendiendo de los errores del pasado al apostar por las personas con discapacidad. Se están dando cuenta de que ven reforzados valores como la capacidad de sacrificio o el esfuerzo, cualidades que se convierten en garantía de éxito en el puesto de trabajo. De hecho, y a pesar de la crisis, en la Fundación Adecco hemos registrado un incremento del 28% en las contrataciones a personas en riesgo de exclusión en el primer semestre del año, en comparación con el anterior.

Pero no podemos bajar la guardia. Aún queda mucho por hacer. En estos momentos nuestro trabajo va en una doble dirección: hacer que nuestros candidatos tengan la confianza suficiente para acceder al mercado laboral (la crisis la está mermando más que nunca) y derribar los prejuicios y barreras que aún permanecen anquilosadas en éste.

.- ¿Cómo se pueden derribar las barreras que aún existen en el mercado laboral y en la empresa?

Con sensibilización, sensibilización y más sensibilización. En muchas ocasiones, el miedo a lo desconocido nos impide tomar las decisiones con acierto y transparencia. Por ello, hay que derribar mitos y prejuicios con un planteamiento transversal que involucre al conjunto de la organización "en cascada": desde el más alto directivo hasta la plantilla de base. En este sentido, el voluntariado corporativo es una herramienta esencial.

.- ¿Cómo puede ayudar el voluntariado corporativo a la integración laboral de las personas con discapacidad?

Sus efectos son múltiples y muy positivos. Por un lado, la persona con discapacidad tiene ocasión de participar en una actividad diferente a su rutina e incrementar sus habilidades sociales y de comunicación, cuestiones que facilitarán su acceso al empleo.

Por otra, los empleados voluntarios tienen la oportunidad de conocer de cerca la discapacidad, empatizar con ella y derribar falsas creencias. De este modo, se crean entornos proclives a la futura integración de personas con discapacidad.

.- ¿Qué mensaje de esperanza le daría a todas las personas con discapacidad que están buscando empleo sin éxito?

La flexibilidad es básica: en estos momentos de crisis hay que adaptarse a lo que el mercado demanda y orientar nuestra formación y esfuerzos en esa dirección. Además, la actitud es esencial: no hemos de perder nunca el optimismo. La oportunidad está donde menos la esperamos.

Por último, aquellos que se sientan desesperanzados, tienen que saber que no están solos. Desde entidades como la Fundación Adecco, les orientamos y ayudamos a encauzar la búsqueda de empleo de la mejor forma posible.