Actualizado 21/09/2007 20:02

"Se pueden conocer culturas a través de la comida", mantiene la directora de la exposición 'Planeta hambriento'

Las diferencias en la alimentación de la población son una muestra de las diferencias sociales. La exposición 'Planeta hambriento. Lo que come el mundo' refleja esas desigualdades a través de un recorrido fotográfico que abarca 24 países, 30 familias y 600 comidas en los cinco continentes. Mientras 800 millones de personas tienen problemas por el hambre, más de un tercio de la población de los países desarrollados sufre problemas de sobrepeso.

- ¿Por qué han decidido apoyar la exposición 'Planeta hambriento. Lo que come el mundo'?

Obra Social Caja Madrid siempre tiene entre sus proyectos y actividades un afán educativo y de ayuda al más necesitado. Consideramos que esta exposición es una manera de dar a conocer al resto de la población, sobre todo a escolares y familias, cómo se vive en países tanto desarrollados como subdesarrollados a través de lo que comen familias de diferentes partes del mundo.

- ¿Cuál es el objetivo que persiguen con esta exposición?

Lo que pretendemos con esta exposición es dar a conocer la situación mundial, concienciar un poco, desde los más pequeños, que mientras en los países desarrollados tenemos problemas de sobrepeso, en los países subdesarrollados mueren de hambre. Como vivimos en España, abrimos la nevera y tenemos cualquier alimento a nuestro alcance. Pero efectivamente esto no ocurre en todos los países del mundo. En Chad los gastos semanales de alimentación escasamente llegan al euro. En cambio, una familia italiana destina unos 250 euros.

Estamos hablando de que hay más de 800 millones de personas que tienen hambre, que tienen problemas de nutrición. No sólo queremos mostrar unas fotografías artísticas, porque las fotografías son realmente bonitas, sino que queremos concienciar a la gente de la suerte que tenemos en nuestros países, cómo se vive en otros países del mundo y concienciar para ver si podemos ayudar a los demás.

- ¿Se puede conocer un país a través de lo que comen sus habitantes?

Se pueden conocer otras culturas a través de la comida y dice mucho de un país. Lo que se cultiva, su Medio Ambiente. Por ejemplo, los países muy desérticos difícilmente tienen productos que puedan salir de la tierra. También dice mucho de la economía. Las personas que puedan ver la exposición podrán darse cuenta a través de las fotografías de que en países como EEUU, todo lo que se come son productos manipulados, envasados.

Es distinto lo que bebe una familia en Japón y lo que bebe una familia en EEUU, donde pueden llegar a consumir 35 litros de coca cola a la semana. Como las familias están posando ante la comida, también se ve el número de integrantes. En países subdesarrollados viven el padre, la madre, siete hijos, los abuelos y en la misma casa vive el burro. En los países desarrollados, por ejemplo en los nórdicos, salen el padre, la madre y un par de hijos. Esta exposición da mucho juego para hacer diferentes análisis.

- ¿A quién va dirigida?

Al público en general. Entre las personas que puedan acceder a ella, nos gustaría que estuviesen los escolares, porque tenemos muchas actividades paralelas que ayudan a desmenuzar la muestra. Además vamos a hacer muestras de alimentación y cada niño puede llevar una fotografía enseñando lo que come en su casa. Es muy interesante sobre todo hoy en día que la alimentación está cambiando tanto por la inmigración. Hace 20 años no había casi inmigración en España, pero hoy es muy fácil ver marroquíes, rumanos...y cada uno trae de sus país su alimentación.

- ¿Cree entonces que esta exposición puede servir para concienciar a la gente?

Creo que sí. Solamente esta exposición, no. Pero una exposición aquí, otra allá, una actividad, la televisión, la educación de los padres, etc. sí. Creo que es un proceso de años. Lo importante es trabajar desde los más pequeños para que no lleguemos a la edad de 20, 30, 40 años pensando que lo normal es consumir "a lo loco". Que nos demos cuenta de que esto no ocurre en la mayoría del mundo. Hay que tener en cuenta que las familias fotografiadas no son familias pobres, son familias medias. Dentro de esos países no son los más pobres.

- ¿Por qué el fotógrafo Peter Menzel decidió hacer esta muestra?

La ONU pidió a Menzel que hiciese un atlas culinario. No es un estudio encargado a economistas, sociólogos, sino que es algo más artístico. Se ha pretendido que a raíz de un estudio culinario se haga un análisis sin entrar en datos muy económicos, porque los porcentajes de gente que sufre malnutrición, por ejemplo, son datos que los podemos localizar todos en Internet y esta exposición es un complemento a los datos. Pretendemos que los visitantes saquen sus propias conclusiones ayudados por las actividades que proponemos. Simplemente con detenerse en cada fotografía te das cuenta de lo distintos que son los mercados en Marruecos y en España, lo diferentes que resultan las tiendas en Rumania, Albania o África.

- ¿Qué criterio siguió para elegir los países?

Peter intentó fotografiar aquellos países que no hubiese fotografiado en la anterior exposición de familias del mundo, aunque sí que es cierto que algunos coinciden. La elección de los familias no es sólo por los países en los que viven, sino también es necesario que las familias se presten, porque el fotógrafo tiene que convivir con la familia una semana. Y luego que la familia esté dispuesta a estar una semana colaborando con un fotógrafo y poner los elementos comprados en un salón para ser fotografiados. La elección más difícil es la de las familias. Por ejemplo, en una fotografía hay una mujer cocinando en una casa de Duwait. Esas familias son más recelosas. Pero según cuenta Peter, la experiencia ha sido única porque todas las familias han hecho un trabajo estupendo.

- ¿Cuántas fotografías hay?

El número de fotografías expuestas varía según las condiciones de la sala. Se han fotografiado 30 familias de 24 países del mundo. Hay una foto central en la que la familia aparece posando con la compra de una semana, en un salón, en el comedor o en la cocina. Luego son fotografías de la vida diaria: cocinando, comprando. Se puede ver cómo cocina una tribu india que lo hacen con piedras calientes, o cómo se puede cocinar en Noruega.

- ¿Cuanto tiempo le llevó el trabajo?

Un año y medio.

- ¿Qué es lo que más le ha impresionado de la exposición?

Nosotros vivimos en España, pero me impresionan más las fotografías de los países desarrollados que de los países subdesarrollados. Mediante las fotografías se ve que la alimentación que tenemos en los países desarrollados es a base de alimentos envasados. Por otro lado se observa un consumismo atroz. Es imposible que en una semana consumamos todo lo que sale en las fotografías. Imposible. Cada fotografía tiene su texto y te cuentan historias que son tremendas. Personas que comían tantas pizzas, que engordaron tantos kilos que empezaron a dejar de ir al gimnasio, de salir. Lo que comemos en los países desarrollados es para mí penoso.

- ¿Cómo reacciona el público?

La gente se sorprende de lo que ve, pero me he dado cuenta de que ninguno nos sentimos reflejados a pesar de que están fotografiando nuestras casas. Siempre que he visto a gente viendo la exposición, dicen "fíjate cuantas Coca-Colas, cuantas cajas de donuts", se sorprenden de lo que consumen los países desarrollados, y eso es realmente lo que estamos consumiendo. Me doy cuenta de que no nos reconocemos en lo que estamos haciendo. Estoy convencida de que derrochamos muchísima comida y no nos duele tirarla o comprar comida superficial que no nos aporta ningún valor nutricional.