Actualizado 19/01/2010 09:15

Juzgan hoy a una pareja que intentó matar al ex marido de ella para recuperar la custodia de su hija


SANTANDER, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Fiscal pide un total de 20 años de prisión para una mujer y su compañero sentimental acusados de intentar asesinar al ex marido de ella, disparándole con una pistola, para recuperar la custodia de la hija que había tenido con él. El juicio se celebrará hoy y mañana en la Audiencia Provincial de Cantabria.

El fiscal solicita 10 años de cárcel para cada uno de los acusados por un delito de asesinato en grado de tentativa y la prohibición de acercarse a la víctima durante 15 años, así como que la indemnicen con 72.000 euros en total. Además pide otros 15 meses de prisión para el hombre, autor material del disparo, por tenencia ilícita de armas, y que se prive a la mujer de la patria potestad de su hija, menor de edad, durante el tiempo de condena.

Los hechos tuvieron lugar en Torrelavega el 15 de marzo de 2008. La mujer, María Dolores P.G., fue detenida al día siguiente y permaneció en la cárcel durante un mes, mientras que su pareja, José Antonio G.C., se entregó voluntariamente dos días después esgrimiendo una coartada y se encuentra actualmente en prisión.

Según el relato del fiscal, los procesados, que mantenían una relación análoga al matrimonio y residían en la calle Lasaga Larreta de Torrelavega, pretendían recuperar la custodia de la niña, que ostentaba el padre desde que se habían separado en el año 2006. Este último se oponía a la demanda de su ex mujer, al considerar que no ella ni su pareja estaban en condiciones de ejercerla con las debidas garantías para la menor.

En vista de ello, los acusados decidieron acabar de común acuerdo con su vida, aprovechando el momento en que se tuvieran que encontrar con él para que les entregara a la niña, en cumplimiento del régimen de visitas aprobado judicialmente.

De esta forma, la mujer citó a su ex marido en la Plaza el Sol de Torrelavega sobre las diez de la noche del 15 de marzo y éste le entregó a su hija. Tras despedirse, el hombre se fue andando por la calle Berta Perogordo, seguido por el procesado, al que ella hacía informado por teléfono previamente de sus movimientos. Cuando le dio alcance, le llamó por la espalda y, al girarse aquel, le disparó al rostro a una distancia próxima con la intención de matarle.

Como este primer disparo no logró el efecto pretendido, el acusado volvió a montar el arma para realizar un segundo, pero el proyectil quedó encasquillado en la recámara, por lo que se dio a la fuga, haciendo desaparecer todos los vestigios materiales que pudieran incriminarle y buscándose una coartada. De hecho, el arma no ha podido ser localizada.

El disparo efectuado produjo a la víctima un orificio de entrada en la región malar izquierda, con salida a nivel cervical posterior derecho, y fracturas del hueso del cráneo y de la mandíbula izquierda, lesiones por las que estuvo ingresado cuatro días en el hospital y de las que tardó en curarse 202 días, durante los que estuvo incapacitado para sus ocupaciones habituales. Entre otras secuelas, padece una artrosis a nivel cervical, una hipoestesia y dos cicatrices de un centímetro cada una.

La Policía detuvo al día siguiente a Maria Dolores P.G., quien permaneció en prisión algo más de un mes, hasta el 28 de abril, cuando fue excarcelada provisionalmente. Dos días más tarde se entregó su pareja con una coartada "debidamente estudiada" que evitara su relación con la imputada y con la autoría de los disparos.

Según las investigaciones, el arma utilizada es del tipo "corta", en perfecto estado de uso para repercutir proyectiles de calibre 7,65 milímetros.

El juicio se celebrará en la sección primera de la Audiencia y comenzará hoy a las nueve y media de la mañana para continuar mañana a la misma hora.