Actualizado 29/01/2013 11:50

Las pruebas de ADN descartan que un bebé fuese robado al nacer en 1974 en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla

SEVILLA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las pruebas de ADN practicadas por el Instituto Nacional de Toxicología a los restos mortales de un bebé exhumado en un cementerio de la provincia de Sevilla han descartado que se trate de un caso de bebé robado, tal y como habían denunciado sus padres biológicos, lo que ha llevado a la Fiscalía a archivar la denuncia.

En dicho decreto de archivo, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público destaca que, tras analizar los restos mortales hallados, el Instituto Nacional de Toxicología concluyó en un informe que "no existe incompatibilidad genética para una relación paterno-materno-filial respecto a los restos óseos analizados", por lo que "es evidente la inexistencia de delito".

En la denuncia, los padres del bebé dijeron que, tras nacer en el año 1974 en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, no pudieron verlo "pues le dijeron que pasó" al Hospital Infantil al ser prematuro, por lo que únicamente lo vieron en la incubadora y "a lo lejos, sin informarles del nacimiento ni de la evolución del niño, aunque sí les dijeron que el niño había nacido muerto, enseñándoles el cadáver solo de lejos".

Asimismo, los padres denunciaron que aún se conservaban los restos que les dieron en un enterramiento individualizado, añadiendo que observaban "contradicciones e incongruencias" en los datos oficiales sobre el nacimiento y muerte del bebé, de modo que con la difusión en los medios de comunicación de denuncias sobre sucesos similares "albergaron la sospecha" de que su hijo "pudo sobrevivir, habiendo sido manipulada ilícitamente su filiación".

El fiscal señala que, tras recibir la denuncia, se realizó una "exhaustiva" investigación por parte del Grupo de Homicidios de la Policía, todo ello en un caso "complejo" debido a la "gran" ausencia documental, pues en esas fechas "no existía una normativa uniforme sobre conservación de historias clínicas", a lo que se añade que en el servicio del cementerio "no constaban datos registrados sobre el personal que realizaba la entrega de los cadáveres ni sobre las empresas funerarias encargadas de su traslado desde los distintos hospitales".

En el presente caso, la historia clínica detalla la atención médica recibida por la madre y el bebé, a quien, tras nacer, se le practicó la correspondiente autopsia, que determinó que el recién nacido había fallecido por una insuficiencia respiratoria, dice la Fiscalía, que pone de manifiesto, igualmente, que en el Registro Civil consta tanto el nacimiento como la muerte del bebé, mientras que también "se ha verificado la inhumación de su cadáver en el cementerio".

"ES EVIDENTE LA INEXISTENCIA DE DELITO"

A petición de la propia familia, se practicó la exhumación de los restos a fin de realizar las correspondientes pruebas biológicas "basadas en la compatibilidad de perfiles genéticos con los denunciantes", una diligencia que "resultaba proporcionada y necesaria", ya que "podría despejar, en su caso, las dudas que se albergaban en relación con la posible sustracción del niño y la subsiguiente alteración fraudulenta de su estado civil".

El fiscal dice que, "aunque los datos revelados por los denunciantes pudieran hacer albergar a éstos en su día alguna duda legítima sobre el efectivo fallecimiento de su hijo", una vez concluida totalmente la investigación, "que a diferencia de lo que ha sucedido con otras tantas diligencias incoadas con denuncias sobre hechos similares, ha podido culminarse con la localización de restos mortales del ser humano que se inhumó bajo la condición de hijo de los denunciantes y con la práctica de pruebas biológicas altamente determinantes, es evidente la inexistencia de delito".

Por ello, el Ministerio Público acuerda el archivo de las diligencias de investigación tramitadas.