Actualizado 19/08/2010 19:36

La amenaza de AQMI no ha interrumpido el trabajo humanitario en Níger, según la ONU

NIAMEY, 19 Ago. (Reuters/EP) -

El trabajo humanitario destinado a alimentar a millones de hambrientos en Níger no se ha visto interrumpido por la amenaza de seguridad vinculada a la red terrorista Al Qaeda, según ha indicado hoy la ONU, pero los trabajadores humanitarios indican que algunos cooperantes occidentales han sido mantenidos fuera de la región.

Las agencias humanitarias retiraron la semana pasada a muchos de sus colaboradores extranjeros del sur y este de Níger, zonas que sufren en la actualidad una grave crisis alimentaria, después de que las autoridades locales informaran del intento de asesinato a un alemán por hombres vinculados con Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

El incidente marca una considerable extensión al sur de las actividades vinculadas a este grupo terrorista, que suele operar en el desierto del Sáhara, y tuvo lugar cerca del norte de Nigeria, donde Al Qaeda ha dicho que quiere establecer vínculos con los islamistas locales.

"Creemos que la situación está bajo control", aseguró anoche el coordinador de las agencias de la ONU en Níger, Jardiata Lo N'Diaye, tras reunirse con las autoridades en Maradi, en el sur de Níger. "Nos hemos asegurado de que se han tomado todas las precauciones posibles a nivel regional para que así podamos trabajar", indicó. "Las agencias de la ONU implicadas en la distribución de ayuda están en el terreno y trabajan con normalidad", añadió.

Así, N'Diaye señaló que el Programa Mundial de Alimentos (PAM) cumplirá con su objetivo de distribuir 14.000 toneladas de alimentos para finales de agosto. La ONU y otras agencias humanitarias luchan por alimentar a casi siete millones de personas en Níger, incluidos cientos de miles de niños que están sufriendo hambre y malnutrición después de que la escasez de lluvias dañara los cultivos.

Además, las fuertes precipitaciones y las inundaciones producidas en las últimas semanas han empeorado la situación destruyendo los terrenos agrícolas, ha obligado a miles de personas a abandonar sus aldeas inundadas y ha aumentado los temores de brotes de enfermedades.

Dos trabajadores humanitarios, que prefirieron no dar su nombre, afirmaron que la cuestión de la seguridad está impidiendo a sus organizaciones a llevar de nuevo personal extranjero a la región. "Aún estamos averiguando si el personal occidental puede regresar", apuntó un trabajador. "Nuestro personal nacional permanece, por lo que nuestros programas continúan, pero esamos preocupados por la situación", aseguró.

El personal internacional fue retirado de las regiones de Maradi y Zinder, en el sur del país, después de que varios hombres vinculados a Al Qaeda hirieran a un trabajador humanitario alemán, señaló anoche el gobernador de Maradi, coronel Garba Maikido.

AQMI suele operar en las regiones desérticas de Mauritania, Mali y Níger. Los ataques contra los occidentales suelen tener por objetivo conseguir rescates.