MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Juan José López-Ibor presentó oficialmente hoy la Fundación que lleva su nombre, la cual pretende promover la investigación y la enseñanza en el ámbito de la psiquiatría, salud mental y neurociencia. Asimismo, también vela por integrar en la sociedad a las personas que padecen alguno de estos tipos de enfermedad.
La Fundación cuenta con un Consejo Asesor y un Consejo Científico formado por personas de reconocido prestigio, como el ex-ministro de Sanidad griego, Costas Stefanis, el catedrático de psiquiatría de la Universidad de Río de Janeiro, Jorge A. Costa e Silva o el presidente de la Asociación Internacional para la Mejora de Programas de Salud Mental, Norman Sartorius.
Una de las iniciativas que llevará a cabo la Fundación en el próximo año es entregar un premio internacional que "reconozca el trabajo realizado por personalidades o instituciones en pro de la dignidad de las personas con trastornos mentales", aseguró López-Ibor.
Con el fin de concienciar a la sociedad de estas enfermedades, la Fundación está elaborando unas guías divulgativas para los ciudadanos, que se publicarán a lo largo del 2008. En ellas se explican cuestiones de interés sobre las distintas enfermedades mentales, tales como los síntomas más frecuentes o el modo de prevenirlas.
Por otra parte, la Fundación ya tiene establecidas futuras actividades, entre las que destaca la celebración de la segunda edición del 'Simposio Internacional sobre Evidencia y Experiencia en Psiquiatría', cuyo tema principal será la depresión y que llevará el título 'Vuelta a la normalidad. Cómo afrontar recidivas de la depresión'.
INTEGRACIÓN DE LOS ENFERMOS
El pasado diciembre la Fundación Juan José López-Ibor celebró la jornada 'Más allá del estigma de la enfermedad mental', en la que se debatieron los caminos para la integración de los enfermos mentales y se valoró la situación actual.
Una de las conclusiones que se extrajo de esta jornada fue que es necesario romper con el estigma y con la condición de minusvalía para mejorar la calidad de vida de este colectivo. Para lograrlo hay que trabajar tanto en la normalización de la enfermedad, lo que implica equipararla social y administrativamente al resto de patologías, como en una mejor calidad asistencial sanitaria.
