OVIEDO, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El primer día de encuentro entre las osas 'Paca' y 'Tola', criadas en semi cautividad en el cercado de Santo Adriano, en Proaza, y el macho cedido por el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Cantabria, ha arrancado "sin muestras de celo ni cortejo entre los animales", informó a Europa Press el director de la Fundación Oso de Asturias (FOA), Carlos Zapico.
Igual que el año pasado, los tres ejemplares de oso pardo cantábrico compartirán recinto desde hoy "hasta finales del mes de junio o principios de julio", para intentar por tercer año que concluya con éxito el Proyecto de Manejo Reproductivo de Osos Pardos en Cautividad, que lidera la FOA.
Por el momento, explicó Zapico, se prevé que los animales pasen unos días familiarizándose con el recinto, hasta que se produzcan las primeras montas, que el año pasado no tuvieron lugar hasta el mes de mayo.
"NO HUBO PARTO"
No obstante, y pese a las diecinueve cópulas entre Tola y Furaco, las esperanzas de que la osa estuviera preñada se truncaron hace algunas semanas cuando la hembra abandonó la hibernación. Responsables de la FOA hallaron el pasado viernes la osera y confirmaron que "no hubo parto".
El programa se repite este año "con menos esperanzas de éxito a medida que pasa el tiempo", según Zapico. Al respecto, aclaró que aunque los osos son fértiles hasta el final de sus días, los casi veinte años de aislamiento de Paca y Tola han podido paralizar o mermar la eficacia de su aparato reproductor, que funciona mediante un sistema de ovulación inducida.
Por el momento, los tres compartirán el recinto de manejo bajo la observación de los expertos que participan en el proyecto y "sin temor de que se produzcan agresiones". La FOA prevé que el número de visitantes se incremente este fin de semana porque, junto a la reproducción, "divulgar la necesidad de conservación de la especie es otra de las metas de la Fundación".
'Paca' y 'Tola' forman parte de una de las tres únicas líneas evolutivas diferentes de oso pardo que existen en Europa. Las hermanas fueron entregadas con cinco meses al Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) en 1989, cuando un furtivo mató a su madre. A partir de ese momento, iniciaron un periplo que las llevó a vivir en distintas instalaciones en Cataluña y en El Hosquillo (Cuenca), hasta que en 1996 inauguraron el cercado que actualmente las acoge en Santo Adriano (Asturias).
Por su parte, el macho 'Furaco' llegó a Asturias en abril de 2008 procedente de Cantabria, después de que los expertos lo eligieran entre varios candidatos.
