Actualizado 23/09/2009 16:21

Sólo el 38 por ciento de las personas, entre 30 y 49 años, vive en el mismo municipio en el que nació, según un estudio

Fundación La Caixa señala que casi el 20 por ciento de la población rural tiene más de 70 años, mientras que la presencia de jóvenes "es muy reducida"


MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

Sólo el 38 por ciento de las personas, entre 30 y 49 años, vive en el mismo municipio en el que nació, mientras que la tasa de mayores de 70 años alcanza el 18,8 por ciento, según se desprende del estudio 'La población rural de España. De los desequilibrios a la sostenibilidad' de la Fundación La Caixa, que advierte de que la masculinización y sobreenvejecimiento "amenazan la sostenibilidad del mundo rural español".

En este sentido, el informe, presentado hoy en el CaixaForum de Madrid, pone de manifiesto que en España, "al mismo tiempo que los niveles de vida y las condiciones socioeconómicas experimentan mejoras significativas a escala global, las áreas rurales continúan perdiendo población y experimentando importantes desequilibrios sociales y demográficos que condicionan su supervivencia".

Según recoge, una de las "principales" causas de la baja tasa de permanencia en los municipios de origen "es la creciente emigración de las mujeres a los núcleos urbanos", especialmente, la de aquellas pertenecientes a la generación soporte (entre 30 y 49 años), "que resulta estratégica para la sostenibilidad económica y social del mundo rural, por hallarse en edad activa, reproductiva y al cargo del cuidado de menores y mayores dependientes".

Esto incide en la "progresiva masculinización" de las poblaciones rurales, debido a que las mujeres se trasladan a áreas metropolitanas, "alentadas por las oportunidades educativas y laborales que estas ofrecen, a diferencia del papel subsidiario e invisible que desempeñan en las economías rurales de base familiar y de mercados de trabajo restringidos a escala local".

Por su parte, la tasa de los hombres solos y no emancipados que aún viven con sus padres alcanza el 12 por ciento y el 30 por ciento respectivamente, "duplicando las cifras de las mujeres". Así, el estudio destaca que estas estructuras familiares "dificultan el emparejamiento y la reproducción" pues, mientras que el 76,8 por ciento de ellas convive con la pareja y un 70 por ciento tiene hijos, sólo el 51,6 por ciento de los hombres vive emparejado y únicamente el 45,4 por ciento tiene descendencia.

A la "reducida" presencia de generaciones jóvenes e intermedias en estos núcleos, la investigación añade un "exacerbado envejecimiento poblacional mucho más pronunciado que en las ciudades". De esta forma, el 20 por ciento de la población rural sobrepasa los 70 años (16,4 por ciento en municipios menores de 10.000 habitantes, 18,8 por ciento en los menores de 5.000 habitantes y hasta el 25 por ciento en puntos del noroeste peninsular).

750.000 PERSONAS DEPENDIENTES

Igualmente, apunta que alrededor de 750.000 de ellos son personas "con grandes dependencias", incapaces de valerse por sí mismas o de desplazarse de forma autónoma fuera del domicilio. A pesar de ello, la "gran dispersión" de las infraestructuras y de los servicios asistenciales en el entorno rural, provoca que su cuidado "se gestione mayoritariamente en el ámbito doméstico y familiar".

No obstante, el informe concluye que esta "creciente despoblación" convive con otros fenómenos antagónicos. En esta línea, asegura que cada vez "son más las personas que deciden dejar su residencia en el ámbito urbano e instalarse en el campo. Así, actualmente el 17 por ciento de quienes habitan en municipios de menos de 10.000 habitantes llevan menos de cinco años residiendo en esa población.