Actualizado 21/09/2010 18:06

La acusada de intento de homicidio en Ciudad Real alega que actuó en defensa propia por miedo a que su pareja la matara


CIUDAD REAL, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

La mujer que este martes se ha sentado en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial de Ciudad Real por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa ha asegurado que sólo actuó en defensa propia movida por el miedo de que su pareja la matara después de que la agarrara por el cuello y la golpeara cuando llegó borracho a su casa.

G.I.J.R., en prisión provisional desde octubre de 2008, ha declarado que su pareja, J.L.B.C., al que también se enjuicia por un presunto delito de malos tratos, llegó a casa borracho, como otras veces aunque más alterado que de costumbre, y la sacó de la cama insultándola.

"Me cogió del cuello y me dijo que me iba a dar un puñetazo porque era una puta. Intenté tranquilizarle, pero cuanto más decía que se calmara, más nervioso y agresivo se ponía".

Según su relato de los hechos, le dio bastantes patadas por todo el cuerpo mientras ella trató de huir por la puerta de la cocina, momento en el que, ha dicho, cogió un pequeño cuchillo y se lo clavó varias veces "mientras me seguía llamando puta y me daba con una tabla. Cuando me volvió a coger por el cuello cogí otro cuchillo más grande y él, al abalanzarse sobre mi, se lo clavó en el abdomen tras lo que se fue al salón".

Ella, que nunca había denunciado malos tratos porque dijo tener miedo, lo siguió y cuando lo vio tumbado en el suelo --ha señalado--, llamó al alcalde, que se personó acompañado de la policía en el domicilio, y a una ambulancia. Durante la pelea estuvieron presentes la madre de ella y uno de sus hijos, que salieron a la calle a buscar ayuda y que, según el testimonio de la presunta homicida, lo vieron todo.

Sin embargo, cuando ha llegado el turno de testificar de la madre, ha afirmado que no vio nada, tan sólo que se enzarzaron en una pelea y que intentó separarlos, aunque no vio ningún cuchillo.

Por su parte, el testimonio del otro imputado, y a la vez víctima, ha sido radicalmente distinta, ya que ha asegurado que llegó a la vivienda --que ambos compartían pese a que la defensa ha asegurado que no había convivencia de pareja-- y les dijo a los hijos de la mujer, que estaban sentados en un sofá, que su madre "era una puta que se acostaba con marroquíes y rumanos", tras lo que ella habría empezado a agredirle.

En la sesión del juicio, que ha quedado visto para sentencia, han testificado también los forenses que, además de ratificar que la mujer sufre un trastorno mental, han señalado que detectaron lesiones antiguas compatibles con malos tratos.

PENAS

Como consecuencia de estos hechos, la Fiscalía solicita para G.I.J.R. una pena de prisión de siete años por un delito de homicidio en grado de tentativa con la agravante de parentesco y la atenuante de trastorno psiquiátrico --ya que en el momento del suceso se encontraba afectada por un trastorno de humor con ansiedad--.

Mientras, la defensa ha pedido la libre absolución al estimar que concurre la eximente completa de trastorno mental, miedo insuperable y legítima defensa, además de que considera que no es aplicable la agravante de parentesco porque en el momento de los hechos la pareja sólo compartía la casa y no tenían ninguna relación.

Por su parte, para J.L.B.C., el Ministerio Fiscal ha pedido una pena de 10 meses de prisión por un delito de malos tratos en el ámbito familiar con la agravante de parentesco y la atenuante de embriaguez. Además, no podrá comunicarse con G.I.J.R. ni acercarse a menos de 500 metros de ella durante un año y diez meses. Sin embargo, su defensa ha solicitado la libre absolución al considerar que no queda probado que maltratara a la mujer sino que actuó en defensa propia.