Actualizado 15/06/2010 17:16

El acusado de matar a su novia en Vigo con un adoquín reaccionó "como un héroe" cuando fue detenido, según una testigo

Los agentes que realizaron la inspección ocular en el lugar del crimen niegan desorden o signos de pelea


VIGO, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de matar a su pareja en un domicilio de Vigo con un adoquín , Manuel D.D.S., se comportó "como si se creyese un héroe" en el momento en que fue detenido por la Policía, según manifestó hoy una testigo, que prestó su testimonio en el juicio que se sigue contra él, en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra en la ciudad olívica.

La empleada de una pizzería de la zona de San Miguel de Oia llamó a la Policía después de que el acusado se presentase en el establecimiento y le pidió que llamara al 091, puesto que "había pegado muy fuerte a su mujer". Según esta testigo, inicialmente no dio crédito a las palabras de Manuel D.D.S., "pero él insistió en que llamara a la Policía y, cuando lo hice, se sentó a esperar a los agentes en una mesa, repitiendo 'La maté, la maté'".

La camarera explicó que el acusado, que se presentó en el local descalzo, "no estaba borracho, ni balbuceaba ni se tambaleaba" y que le llamó "la atención" porque "parecía muy tranquilo". A ese respecto, relató que, en cuanto vio llegar a la patrulla policial, el hombre "se puso de pie y levantó las manos", y "daba la sensación de se creía un héroe", incluso "esbozaba alguna sonrisa".

La testigo insistió en que no vio llorar al presunto asesino en ningún momento y que incluso estaba "altivo". De hecho, precisó que no le pidió que llamara a la policía como un favor, sino "como si diera una orden".

OTROS TESTIMONIOS

En la sesión matinal del juicio también comparecieron otros testigos, como las primas de la víctima, Aellyka Dacosta, quienes refirieron que habían estado con ellas horas antes de su muerte y que la veían "cansada, con cara triste". Asimismo, explicaron ante el jurado que la chica recibía continuas llamadas de su pareja cuando éste aún estaba en Brasil, y que Manuel la amenazaba con dañar a su familiar si no le ayudaba a viajar a España para reunirse con ella.

Una de sus primas contó que, unos días antes del crimen, el acusado le advirtió de que "muy pronto" ella y su familia se "iban a enterar" de quién era él, al tiempo que confirmó las declaraciones de otros familiares, que aseguraban que su relación con la hija que tenía en común con la víctima "no era buena" y que pegaba a la niña --un extremo que confirmó una de las vecinas, que escuchó en una ocasión al acusado golpear a la menor, mientras su madre le pedía por favor que no la agrediese porque "es una niña, sólo tiene tres años"--.

Uno de los policías que declaró hoy reiteró que el acusado confesó, una vez en dependencias policiales, haber matado a su pareja porque le era infiel, mientras que los funcionarios que realizaron la inspección ocular del lugar de los hechos explicaron que la casa estaba "relativamente ordenada" y que no había indicios de pelea en la estancia donde apareció el cadáver de Aellyka --que murió tras recibir 9 golpes en la cabeza con un adoquín--.

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