Actualizado 02/06/2010 18:28

Acusados de delitos de prostitución y contra el derecho de los extranjeros en clubes gallegos niegan coacción y amenazas

La persona que hacía de intermediaria dice que las mujeres "sabían" que iban a ejercer la prostitución y sufrieron "amenazas"


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los cuatro acusados de delitos de prostitución y contra el derecho de los ciudadanos extranjeros en clubes gallegos, por los que el fiscal pide un mínimo de tres y seis años respectivamente, para cada uno, negaron hoy que ejercieran coacciones y amenazaran a las brasileñas que trabajaban en sus locales, en los que también negaron que mantuvieran relaciones sexuales con clientes.

En la primera sesión, que se prolongó durante unas cuatro horas, celebrada en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña con sede en Santiago, que se sigue contra ocho procesados --uno de los cuales se declaró en rebeldía y no compareció--, los tres propietarios de otros tantos clubes de alterne y la mujer de uno de ellos, negaron que obligaran a las mujeres a mantener relaciones sexuales con los clientes y que las amenazaran para que no dejaran los establecimientos sin abonar una supuesta deuda contraída con ellos.

Sin embargo, la primera en declarar, la ciudadana brasileña Kajane A. de L., explicó al tribunal que se encargaba de ejercer de intermediaria con los dueños de los clubes procesados para localizar chicas en Brasil, recibía dinero de ellos y gestionaba los viajes desde el país carioca. Según comentó, su función era "traer chicas a España para bailar y tomar copas con comisión", añadiendo que "la prostitución sería cosa suya".

Al respecto, apuntó que un hombre llamado Manuel André se encargaba de proporcionar chicas desde Brasil y aseguró que "ninguna brasileña venía engañada". Kajane A. comentó que su labor era recoger en el aeropuerto a la mujeres, por lo que percibía una comisión de 300 euros, para entregarlas en los clubes Chango --de Juan José A.-- y Orense Noche --José V., conocido como Pepe--, entre otros.

Tras insistir en que las chicas que llevaba a los clubes gallegos "nunca" le dieron dinero "ni tarjetas" que trajeran de su país, sí reconoció que uno de los procesados, Manuel F., propietario del club Heidi --ubicado en A Coruña--, le había prestado unos 1.500 euros para que una de las mujeres pudiera pagar su deuda con el club Champán e ir a otro lugar por no estar a gusto.

Asimismo, afirmó que algunas de las mujeres le indicaron a ella que en los clubes les cobraban "multas", de entre "90 y 50 euros", por ir a la peluquería y llegar tarde, "otras decían que les pegaban y otras que les retenían el pasaporte", a lo que sumó, a preguntas del fiscal, que, en algunos casos, le dificultaban el pago de la deuda. También aseguró que les cobraban por día no trabajado si enfermaban.

En el caso concreto del club Chango afirmó que el dueño "cogía la mitad --del dinero-- para él y la mitad para la chica". Por otra parte, comentó que algunas chicas "tardaban en pagar su deuda porque entraban pocos hombres en la casa", en referencia al club Orense Noche. También comentó que Juan A. en ocasiones iba a recoger a las chicas si ella no podía.

AMENAZAS

Kajane A., que recordó que llegó a España en 2004 y que fue detenida en agosto de 2006 en el marco de la operación policial contra la prostitución y el derecho de los ciudadanos extranjeros, manifestó que recibió "amenazas" tanto en el portal de su casa como en otras ocasiones por parte de Pepe, dueño del Orense Noche. "Dijo que me iba a matar", recordó, argumentando que estaba "asustada" porque le reclamaba la deuda de las que se marchaban.

Vinculó estos hechos a situaciones en las que "ayudaba" a las chicas que no estaban contentas en los clubes. También añadió que en otra ocasión Juan Agra, del Chango, le "agarró del brazo", y que estuvo presente en una de las ocasiones en las que Pepe supuestamente la amenazó, una de las cuales dijo que fue "por teléfono".

Asimismo, destacó que el procesado declarado en rebeldía, Ramón L., del club Millenium, "amenazaba a las chicas" y les decía que "fueran a denunciar --a la Policía-- a todos menos a él". Por su parte, recalcó que "nunca" obligó "a nadie a nada". "Nunca fui a un club a cobrar un euro --a las chicas--", sostuvo.

BILLETES DE AVIÓN

En relación a los viajes que las chicas hacían desde Brasil, Kajane A. dijo que acudió a una agencia de viajes y que Carlos R., el director de la misma que también está procesado en la causa como cooperador necesario junto con la propietaria de la misma Monserrat F., en la que gestionó la compra de billetes con pago aplazado abonando una comisión de "200 euros", que le pareció "normal si no hay otra manera de comprar" el pasaje. "Creo que cobraba interés porque no teníamos documentación", consideró.

Sobre Carlos R. recalcó que éste sabía a qué venían las chicas a Galicia y resaltó que en algunos casos "facilitaba las rutas" vía París porque era más fácil llegar al país desde territorio galo. Además, añadió que en algún caso Juan A. compraba billetes de avión a las chicas y que éste le había dinero para adquirir pasajes.

Con todo, incidió en que quien hacía los tratos "era el dueño de los clubes", así como quien pagaba los billetes de avión, y añadió que en alguna ocasión mandaban dinero a Brasil para las gestiones. Carlos R. declaró, por su lado, que desconocía que las mujeres que procedían de Brasil vinieran a España a ejercer la prostitución. "Viajaban con billetes de ida y vuelta", manifestó, aunque posteriormente reconoció que "podía haber la sospecha".

Preguntados por las "rutas alternativas" apuntadas por Kajane A., el director de la agencia de viajes justificó que "no se realizaban con doble intención", sino con la de "facilitar el viaje y que sea más cómodo". "Le ofrecía París como una alternativa más de volar", aseveró y precisó que no todos los billetes tramitados desde el país carioca eran para chicas, sino también para varones y familias.

Sobre la comisión de 200 euros, aclaró que era un "plus" por el pago aplazado de la compra de billetes, "pero no se llegó a hacer nunca", según apostilló posteriormente la propietaria de la agencia, Monserrat F., quien subrayó no conocer a Kajane ni la actividad que iban a ejercer las mujeres procedentes de Brasil.

RECHAZO GENERAL

Los tres dueños de clubes como la mujer de uno de ellos también procesada rechazaron las acusaciones de Kajane A., a quien dijeron conocer porque les llevaba chicas. Por un lado, Manuel F., del Heidi, declaró que el negocio "lo llevaba su mujer", de la que se estaba separando cuando fueron detenidos, y recordó que Kajane le había proporcionado "tres chicas".

Manuel F., quien negó que se vendiera droga en su local, aseguró que en un su club "nunca" amenazaron "a nadie" y que las chicas, que no tenían un sueldo fijo, únicamente "se sentaban a tomar copas" con los clientes, que costaban unos 20 euros. "Con mi consentimiento no", sostuvo al ser preguntado si alguna de ellas mantenía relaciones sexuales con clientes en el establecimiento, asegurando que si lo hacían era "fuera del local", versión que coincidió con la de su mujer Ángeles V., quien precisó que no obtenían beneficios de las relaciones sexuales que mantuvieran con clientes en un hostal.

Juan José A., del Chango, subrayó que "nunca" cobró "multa" a ninguna chica y resaltó que él no regentaba el club, sino que tenía una encargada. "Nunca he comprado billetes --de avión--, ni pagado dinero, ni recogido a nadie en el aeropuerto", afirmó y añadió que "nunca" amenazó a nadie ni estuvo presente en ninguna situación de esas y tampoco que tuviera a alguien "encerrado" y rechazó haber realizado transferencias a Brasil.

Finalmente, el dueño del Orense Noche, Pepe, negó que la voz que dijeron ser la suya en unas escuchas telefónicos fuera la de él. "Hay muchos Pepes", declaró y recalcó que "es mentira" que explotara o amenazara a chicas de su local. "A mi nunca se me quejaron", zanjó y sentenció que no pagó tampoco billetes de avión.